La juez del caso Blanco ve delito de estafa en la venta de la compañía
La juez numera tres posibles delitos que se habrían cometido con la operación que firmó Alhokair para traspasar la histórica cadena de ropa Blanco
El cierre de Blanco todavía guarda muchas incógnitas. Ahora el juzgado de primera instancia e instrucción de Alcorcón observa que en las operaciones mercantiles de transmisión del grupo se podría haber incurrido en un delito de estafa. Los hechos apuntan a la venta de 2016, cuando Alhokair vendió la textil al fondo AC Modus. Esta maniobra, según sostienen fuentes cercanas al proceso, encubre una estrategia de los gestores para eludir cualquier tipo de responsabilidad.
Tal y como aparece en el auto al que ha tenido acceso Economía Digital, la magistrada que instruye el caso, Raquel Zuil Tejero, afirma que “sin prejuzgar la presente instrucción, del relato de los hechos que consta en la primera querella” así como de “los documentos que acompañan a la misma, a priori, concurrirían presuntos delitos de alzamiento de bienes, insolvencia punible, pero también estafa”.
La operación se remonta a finales de agosto de 2016. Tras un par de años sin encontrar la manera de rentabilizar la textil, Alhokair decidió traspasar Blanco a AC Modus en una venta que genera dudas tanto por los términos como por las posteriores informaciones vertidas sobre ella.
Por lo que respecta a los plazos de pago, todavía no se ha formalizado el primero. Dicho de otro modo, aún no se ha pagado un sólo euro por la compra de Blanco. Ambas partes acordaron que la cuantía se abonaría en cinco cuotas anuales, empezando el 29 de junio de 2017. Unas fechas que llaman la atención debido a que, poco después de adquirir la empresa, los nuevos propietarios se declararon en preconcurso de acreedores y habían puesto en marcha el plan de liquidación.
El otro punto controvertido es la cantidad pactada para cerrar la operación. Alhokair anunció que la venta se había fijado en más de 82 millones de euros, pero en el documento de compraventa al que ha tenido acceso este diario se refleja que la cantidad establecida es de 1,19 millones.
El último aspecto conflictivo está en las relaciones de poder. Y es que el presidente de Alhokair, Fawaz Alhokair, es también consejero de AC Modus. Una conexión que lleva a pensar a las personas cercanas al conflicto que «los propietarios siguen siendo las mismas personas» y que todo responde a una «venta simulada».
Quiebra Blanco: en 2014 pasó a manos de Alhokair y en 2016 al fondo AC Modus
En suma, esta cadena de sucesos “ha llevado a que adquieran Blanco sin ningún coste”, asegura el mismo testimonio. Además, prosigue, “esta estrategia les ha permitido no asumir ninguna responsabilidad ante los acreedores ni los trabajadores”.
Crónica de una quiebra anunciada
La caída en picado de Blanco era de sobra conocida. La cadena de ropa bajó la persiana tras un lustro de dificultades. Ya poco tenía en común con la firma que fue puntera en los años noventa y que llegó a tener 2.000 empleados repartidos por sus 250 tiendas.
En 2012 empezó a teñir sus cuentas de rojo. Un año después llegaba el primer concurso de acreedores que se saldó con el despido de 711 empleados. En diciembre, Alhokair se hizo con Blanco por algo más de 40 millones de euros. Para sellar el cambio de manos se constituyó una sociedad instrumental, Global Leiva, ya que la compañía saudí no tenía una estructura para operar en España .
Alhokair, conocido también como el sultán de la moda, fue fundado en 1990 por los hermanos Fawaz, Salman y Abdul Majeed. La base de su negocio es la gestión de franquicias del sector de multinacionales en Oriente Medio y Asia. Algunos ejemplos son GAP o Marks & Spencer. Entre su cartera de participadas también están las españolas Inditex, Mango y Desigual.
Quiebra Blanco: para el aterrizaje de Alhokair en España se constituyó una sociedad instrumental, Global Leiva
Pero la compra no vino acompañada de buenos resultados, sino todo lo contrario. En los siguientes ejercicios, la textil volvió a fracasar. Blanco cerró 2015 con 21,71 millones de pérdidas, un 192% más que en 2014. Asimismo, engordó más su deuda y se anotó una caída en las ventas. Entonces, el grupo saudí quiso dar marcha atrás y el consejo de administración autorizó la polémica venta ya mencionada.
La histórica cadena de ropa fue fundada por Bernardo Blanco Solana en los años ’60 cuando el empresario cántabro tenía sólo 20 años. Abrió su primera tienda en Bilbao y diez años después inauguró su primer establecimiento en Madrid, en la calle Velázquez. En 2010, con su hijo al frente del barco, se inició el fallido plan expansionista que marcó el devenir de la compañía.