La delegación de Great Wall Motors desembarca en Barcelona para analizar la fábrica de Nissan
Un equipo de técnicos de la compañía china estudiará durante una semana las instalaciones de la Zona Franca para decidir si siguen adelante con su oferta de compra
El futuro de la fábrica de Nissan en la Zona Franca se decidirá en una semana. Un equipo de técnicos de la compañía china Great Wall Motors (GWM) ha aterrizado ya en Barcelona, con el objetivo de analizar durante los próximos 7 días las instalaciones. Su visto bueno es crucial para que el gigante asiático siga adelante con sus planes para hacerse con la planta.
La compañía ya presentó un proyecto para tomar el control de la fábrica ubicada en la provincia de Barcelona, después de que Nissan anunciase que dejaría de operar en la zona a final del 2021. Es la gran favorita para reindustrializar la planta, pero el siguiente paso requiere una visita presencial para evaluar su viabilidad, según ha publicado la Agencia Efe.
La Comisión de Reindustrialización de Nissan ya comunicó a principios de octubre la entrada en escena en las negociaciones de GWM. Es el principal aspirante en esta carrera empresarial por tomar el control de la fábrica, aunque hay otras empresas que también han demostrado su interés como QEV Technologies o Silence.
Great Wall Motors ultima sus planes para expandirse en el mercado europeo
La decisión del gigante asiático forma parte de su estrategia para ampliar su negocio en el mercado europeo, después de su intento fallido para establecerse en Bulgaria. La compañía llegó al país de los Balcanes en 2012, pero cinco años después cerro sus instalaciones. Barcelona es su nuevo proyecto en el viejo continente.
La multinacional china está especializada en la producción, venta y distribución de automóviles, por lo que a priori sus planes encajan con las cualidades de la planta de la Zona Franca. Además de su apuesta en España, ya cuenta con otros centros de producción en China, Malasia, Tailandia, Túnez, Rusia o Ecuador.
GMW estudia una inversión cercana a los 150 millones de euros para la reindustrialización de la planta de Barcelona, lo que permitiría establecer una producción de hasta 100.000 vehículos. Es la mitad del volumen que hasta ahora fabricaba Nissan en la Zona Franca.