De Virgin Telco a las Baleares: el otro negocio de Richard Branson
El creador de la marca Virgin es un enamorado de Mallorca. Allí quiere construir uno de los complejos hoteleros más importantes de todo su imperio
A Richard Branson, el multimillonario que tiene aerolíneas y planes para viajar en cohete al espacio, entre muchas otras inquietudes, le gusta España. El británico ha visto cómo su empresa ha vuelto esta semana al foco de los medios por el aterrizaje de la marca Virgin Telco para competir con los grandes de la telefonía. Pero Branson lleva años explotando otro negocio en España: el hotelero.
El magnate británico se embarcó en esta aventura cuando quiso montar en las Islas Baleares un complejo de fincas rústicas. Allí tiene varias propiedades, como Son Bunyola, que, en palabras del propio Branson, es su retiro mallorquín favorito. «Desde aquí puede apreciar la impresionante belleza del Mediterráneo desde la tranquilidad de su villa privada», dice a modo de bienvenida en su página web, en la que se ve una imagen panorámica de la isla.
Son Bunyola es una finca ubicada en Mallorca, en la costa noroeste de la isla, donde abarca tres villas: Sa Terra Rotja, Sa Punta de S’ Aguila y Son Balagueret.
¿Cuánto cuesta hospedarse en una de sus fincas? La documentación que Virgin tiene accesible en su página web habla de un precio que oscila entre los 23.400 y los 34.800 euros por semana. Este servicio incluye, entre muchas opciones, desayuno continental diario, almuerzo y cena durante 6 días adaptados a los gustos del huésped.
Negocio en España, control desde Londres
El negocio de Branson no se dirige desde España. La matriz que controla estas instalaciones es VH (Spain) Limited, con domicilio social en los headquarters que Virgin tiene en Londres (Reino Unido).
Esta mercantil es la propietaria de varias sociedades españolas que están domiciliadas en Barcelona. Dichas compañías, cuyo administrador en alguna de ellas es Josh Bayliss, consejero delegado de Virgin, llevan años sin actualizar sus cuentas en el Registro Mercantil, lo que hace muy difícil conocer a ciencia cierta cuál es el estado de salud del negocio.
No obstante, en la información depositada en el registro mercantil británico aparece VH (Spain) Limited con unas pérdidas antes de impuestos por valor de más de 600.000 libras, de acuerdo a su último informe de cuentas presentado en noviembre del pasado año [lo puedes consultar aquí].
Polémica con el Gobierno de las Islas Baleares
La relación de Branson con Mallorca, pese a sus agradables palabras para vender su alojamiento de Son Bunyola, ha tenido altibajos por su choque con la administración.
El último enfrentamiento llegó el pasado año y se ha resuelto recientemente. La comisión insular de Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca rechazó por unanimidad el proyecto hotelero que quería ejecutar en Son Bunyola. Consideraba que la idea de Branson tendría un elevado impacto sobre el entorno de máxima protección urbanística en el que se ubica.
Branson por fin ha conseguido autorización para ampliar su hotel en Baleares
Su propuesta no gustó a la administración insular porque contemplaba una serie de aparcamientos, zonas ajardinadas y piscinas que, de acuerdo a la opinión de los miembros de la comisión patrimonial del Consell, no eran adecuados. Emplazaron al grupo Virgin a presentar una alternativa. Ahora, el pasado mes de marzo, de acuerdo a medios locales, Branson por fin ha conseguido luz verde para desarrollar su proyecto.
La historia ha dado muchas vueltas. Branson adquirió en 2015 esta finca, después de haberla vendido él mismo en 2002 por una primera negativa del Ejecutivo balear para que pudiera construir un macrohotel de lujo.
Virgin, a por el negocio de telecomunicaciones
Sea como fuere, el nuevo negocio de Virgin en España es ahora el de las telecomunicaciones. La firma británica se ha unido a Euskaltel para que la cablera vasca pueda expandirse a nivel nacional: la primera pone la marca, que goza de reconocimiento en todo el país, y la segunda cuenta con músculo más que suficiente en el sector telco.
La presentación oficial se celebró esta semana, un día después que este medio desvelara cuál iba a ser el nombre elegido por Virgin. Virgin Telco, como así se llamará la compañía en el país, será la quinta en el mercado — si se tiene en cuenta a Más Móvil— y, de acuerdo a las declaraciones de sus portavoces, llega para romper la oferta convergente cerrada que existe ahora mismo en la competencia (Telefónica, Orange y Vodafone).
José Miguel García, consejero delegado del Grupo Euskaltel, explicó que el objetivo de Virgin Telco es trasformar las comunicaciones «para que sean mejores, más honestas y más accesibles para todas las personas». Considera que en el mercado todavía falta una oferta de servicios convergentes «a buen precio».
García también afirmó Virgin telco quiere terminar con el status quo de los tradicionales paquetes cerrados, que «no añaden valor y que encarecen el coste final». Su propuesta es que se consuman productos de telecomunicaciones adaptados a «las necesidades de todas las generaciones y los nuevos hogares digitales».
La idea de Virgin sobre los paquetes convergentes cerrados es similar a la que en el pasado han defendido organismos como la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). El regulador de las telecos siempre ha mostrado su preocupación por el auge de los precios en los packs convergentes, ya que considera que acaban obligando a los clientes a consumir servicios en los que no están interesados.