De Guindos se moviliza para buscar a Abengoa un socio industrial
El ministro de Economía enfría la posibilidad de que el Estado inyecte más recursos debido a la actual exposición y las estrictas normas europeas. Trasladará, esta semana, su hoja de ruta a la Junta de Andalucía
La situación que atraviesa Abengoa se ha convertido en un asunto de Estado, pero el gobierno español quiere conocer la radiografía exacta de las finanzas del grupo de ingeniería y renovables antes de valorar eventuales medidas de ayuda.
El ministro de Economía, Luis de Guindos –a diferencia de sus compañeros de gabinete, que relativizan la situación, llama la atención sobre la compleja estructura y la elevada deuda de Abengoa– abordará los problemas del grupo sevillano con el consejero de Economía de la Junta de Andalucía.
Planteará al gobierno autonómico la importancia de encontrar un socio industrial en los próximos meses. Aunque se alcanzara un pacto, la familia Benjumea, accionista mayoritario, tiene garantizado el control de la firma hasta, como mínimo, 2017, según avanzó este domingo Economía Digital.
El Gobierno amaga con cerrar el grifo
Abengoa solicitó el preconcurso de acreedores después de ver frustrado el acuerdo por el que Gestamp iba a entrar en el capital de la compañía con una inyección de 350 millones de euros. El grupo industrial vasco dio marcha atrás al no convencer a los bancos para seguir aportando liquidez adicional.
De Guindos ya habría advertido a Abengoa que se debería tener en cuenta las limitaciones europeas para futuras ayudas de Estado y que la actual exposición a la compañía del Instituto de Crédito Oficial y de la Agencia de Crédito a la Exportación limita esa opción.
El Estado tiene fondeados, a través de distintos organismos, 4.000 millones frente a una exposición bancaria total que superaría los 20.000 millones de euros, informó este diario el miércoles. Unos 400 millones de las entidades se anotan en el balance de la nacionalizada Bankia, según una fuente bancaria.
KPMG asesorará la reestructuración
De Guindos, que rechaza en público cualquier responsabilidad de la reforma energética del Partido Popular como causa de los problemas de la empresas (factura más del 90% fuera de España), considera que todavía es un proyecto viable. Por ello, instará a las partes implicadas a hacer un esfuerzo por su continuidad.
Abengoa tiene más de 24.000 empleados, de los que 7.000 se encuentran en España y la mayor parte de estos últimos en su cuna andaluza. Este perímetro pende ahora de un hilo dada la activación del preconcurso. La agencia Reuters asegura que un grupo de bancos acreedores ha nombrado a KPMG asesor del proceso de reestructuración.
Los bancos y la consultora se reunirán este lunes, mientras que las citas entre Abengoa y la banca comenzarán la semana próxima. «La banca española tiene el 40% del total de la deuda bancaria. También existen emisiones en los mercados de capitales y existe una deuda importantísima con proveedores», explicó De Guindos el viernes.
Continúa el baile de directivos
Abengoa comunicó, también el viernes, la dimisión de Santiago Seage como consejero delegado tras apenas seis meses en un cargo cuyas funciones asumirá el actual presidente, José Domínguez Abascal. El anuncio se produjo sólo dos días después de conocerse que Seage volverá a asumir las riendas de la filial Abengoa Yield, tras la marcha del consejero delegado, Javier Garoz.
El regreso del directivo español a la yieldco ha despertado recelos en la comunidad inversora acerca de la autonomía que, presuntamente, busca la filial, según una nota de IFR emitida desde Londres a sus clientes profesionales.
Seage era consejero delegado de Abengoa Yield, donde la matriz tiene un 47%, cuando debutó en el Nasdaq en 2014. Dejó el cargo para dirigir la propia Abengoa hace seis meses tras la dimisión de Manuel Sánchez Ortega. — Crónica con información adicional de Tomás Cobos y Jesús Aguado (Reuters).