De Caixabank a Santander: estas son las comisiones más caras
Efectuar una transferencia, retirar dinero de un cajero automático o recibir una tarjeta de crédito, son algunas de las operaciones que comportan el pago de una comisión
Las comisiones bancarias hacen referencia a las cantidades económicas que cobran las entidades financieras por algunos de los servicios que prestan, desde efectuar una transferencia hasta la concesión de una tarjeta de crédito o de débito.
Comisión de mantenimiento
Una de las comisiones más habituales es la de mantenimiento, un importe que cobran los bancos por tener operativa una cuenta y encargarse de su gestión. Se trata de un coste cada vez más elevado, ya que en el último año la comisión media de la banca por mantener una cuenta ha subido un 24,1%, hasta los 174 euros. Una cifra que contrasta con los 140,16 euros del año anterior, tal y como reflejan los datos del III Barómetro de comisiones de Asufin.
Por ejemplo, en el caso de Caixabank y Banco Santander, los clientes deben abonar hasta 240 euros al año si no cumplen con alguna de las condiciones establecidas por las dos entidades financieras: tener la nómina domiciliada y pagar tres recibos a través de la cuenta bancaria.
Comisión por descubierto
Cuando un cliente no cuenta con el saldo suficiente en una cuenta bancaria, la entidad financiera puede cobrarle la comisión por descubierto. Sin embargo, conviene tener en cuenta que el banco no puede cobrar esta comisión si la falta de saldo se ha producido por la carga de comisiones en la cuenta o por las fechas de valoración.
En estos casos, las entidades financieras prestan dinero al cliente para que pueda efectuar pagos y salga de los números rojos. Al ser un préstamo, se trata de una operación con intereses, en que la entidad financiera puede llegar a cobrar hasta tres tipos de comisiones.
Una de ellas es la del descubierto, que se calcula a partir del mayor saldo deudor de la cuenta en el periodo de liquidación. A pesar de que el importe de este cobro suele situarse en torno al 4,5%, gran parte de las entidades financieras establece la comisión en un mínimo de 15 euros independientemente de la deuda del cliente.
El banco también cobra intereses de demora, para los cuales tiene en cuenta la deuda y la cantidad de días que ha permanecido el cliente en números rojos.
Asimismo, el usuario debe abonar una comisión por reclamación de descubierto, un concepto que hace alusión a la gestión de la entidad financiera para que la cuenta vuelva a contar con un saldo positivo. El coste es fijo y puede oscilar entre los 15 euros, que cobra Selfbank a sus cllientes, hasta los 49 euros, en el caso del Banco Santander.
Comisión por transferencia
Otro cobro común es la comisión por efectuar transferencias, especialmente, en el caso de operaciones que cuentan con un importe económico elevado. Conviene tener en cuenta que el importe del cobro varía en función de la destinación del dinero. Mientras que para llevar a cabo transferencias dentro del país y en la eurozona no es necesario abonar una comisión, para el resto sí que se suele cobrar una comisión, que además acostumbra a ser elevada.
Retirada de efectivo
Una operación como es la retirada de dinero en cajeros automáticos también puede conllevar el abono de una comisión. A pesar de que sacar dinero en los cajeros de la entidad financiera de la que se es cliente acostumbra a ser gratuito, si se quiere retirar efectivo en cajeros de otros bancos se suele cobrar una comisión de unos dos euros.
Asimismo, las entidades financieras pueden cobrar una comisión por si se saca el dinero en ventanilla, con un coste distinto según cada banco. Mientras que la comisión en BBVA y Caixabank es de dos euros, en el Banco Santander se cobra un 4,5% de la cantidad retirada con un mínimo de 3,5 euros.