Danone recupera la normalidad tras la huelga y abre todas sus fábricas en España
La firma de alimentación vuelve a su operativa normal esta semana gracias a la retirada de los piquetes acampados frente a sus plantas
La huelga de transportistas hizo temer a Danone que tendría que cerrar sus siete fábricas en España. Los piquetes se asentaron en la puerta de varias de sus plantas y debido a las dificultades en la cadena logística se volvió muy complicado acceder a los suministros necesarios para producir la leche, los yogures o las botellas de agua para poner a la venta. Una semana después, la firma respira y ya recuperó la actividad normal en sus centros después de que la mayoría de camioneros abandonasen la protesta.
La empresa francesa anunció el pasado martes que bajaría la persiana a las cuatro instalaciones de lácteos y las tres de embotellado de agua si el Gobierno y los manifestantes no alcanzaban un acuerdo para suspender la protesta. La paz no llegó hasta el viernes. Y aunque la organización no cumplió la amenaza en su totalidad, si se vio obligada a detener la producción en la planta de Salas (Asturias) y suspender turnos en otra de la división de aguas.
Tras varios días con la actividad al ralentí, el pacto entre el Ejecutivo y el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) permitió al grupo que en España lidera Daniel Ordoñez retomar la producción con normalidad durante el fin de semana. Los peores presagios no se llegaron a cumplir y finalmente no hubo síntomas de desabastecimiento de yogures en los supermercados a pesar del acopio de algunos clientes.
Sin embargo, el sector asume que la normalidad en el negocio de la distribución no será inmediata. Volver a poner en marcha la cadena de suministro tardará varios días. Más en el caso de la industria láctea, que detuvo en masa su producción para no verse obligada a tirar una leche que no podían entregar a los fabricantes, informó la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil).
Ante la decisión de los proveedores, Danone reaccionó. «De no llegar a un acuerdo en las próximas horas, Danone se verá obligada a tomar la drástica decisión de interrumpir el proceso de recogida de leche, y como consecuencia, el proceso de producción en sus fábricas y posterior traslado de producto terminado a las cadenas de distribución alimentaria», avisaba en un comunicado.
«La inaudita situación de inestabilidad y el agravamiento de los paros ya están comenzando a afectar al aprovisionamiento de materias primas esenciales para los productos como leche entera o nata», añadía en la misma nota en la que señalaba su «profundo malestar» por la huelga en un dardo dirigido tanto a los huelguistas como al Gobierno, que demoró las negociaciones hasta finales de semana.
No habrá desabastecimiento de productos Danone, pero sí subida de precios
Si bien no faltarán yogures Danone, sí serán más caros. La empresa hace meses que sufre el encarecimiento de las materias primas. Y la guerra de Ucrania no hizo más que agudizar una situación que ya segaba su rentabilidad en la segunda mitad de 2021.
De hecho, el director financiero de la empresa, Juergen Esser, ya lanzó el aviso a los mercados en octubre. «Lo que empezó con un aumento del precio de las materias primas se ha agravado con las restricciones generalizadas que afectaron nuestra cadena de suministro en muchas partes del mundo», recordó. Mercadona. El plan para mitigar el alza de los costes: incrementar la productividad y «poner el foco en el precio» para no perder rentabilidad.
Como informó Economía Digital, la compañía ya aplicó una subida de precios en al menos algunas de las referencias de las gamas Oikos –los griegos–, Activia –los probióticos– y los yogures bebidos. El incremento de la factura rondaba los 10 céntimos en la mayoría de productos y solamente afectó a algunos de los artículos considerados premium dentro del portafolio de la empresa.
El aumento se podía comprobar ya antes de la invasión de Ucrania en las estanterías de algunos supermercados. Ahora, con los costes energéticos disparados y los precios del cereal y otras materias primas muy por encima de los niveles registrados en otoño, la subida ya es palpable en la práctica totalidad de establecimientos.