El D-hub retrasa a finales de año el inicio de la producción en la fábrica de Nissan
Las demoras en la resolución del concurso público modifican el calendario del consorcio empresarial que espera reindustrializar la antigua planta de la Zona Franca
El concurso público para establecer quien ocupará la antigua fábrica de Nissan de la Zona Franca de Barcelona empieza a ver la luz al final del túnel. Tras varias prórrogas, fueran a petición de los interesados en los terrenos o para poder revisar toda la documentación con lupa, las diferentes partes implicadas ponen el 31 de enero como la fecha límite para declarar al proyecto de Goodman y el D-hub ganador de la licitación, tras ser el único que se presentó. En la última previsión, se anunció que el concurso finalizaría en las dos primeras semanas de enero.
Dado que inicialmente el concurso debía de cerrarse en otoño, estas demoras han trastocado el calendario con el que trabajaban QEV, BTech y el resto de compañías que integran el consorcio de empresas que espera ensamblar vehículos eléctricos en la planta de la Zona Fabrica. Su previsión inicial era activar la producción a mediados de este 2023, pero no empezarán a fabricar automóviles hasta el último trimestre del año, según informan a Economía Digital fuentes de QEV.
“Al final, estamos condicionados a la resolución del concurso”, matizan desde el grupo empresarial. La mesa de contratación está revisando e intercambiando los últimos documentos aportados por la inmobiliaria australiana, quien a fin de cuentas figurará como arrendatario de los terrenos y realquilará unos 400.000 de los más de 500.000 metros cuadrados a las empresas automovilísticas. De estar todo en regla, el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) les proclamará ganadores y les dará las llaves del centro a finales de mes.
A partir de entonces, el hub necesitará unos meses para reacondicionar la maquinaria y los espacios antes de empezar a fabricar las furgonetas Zeroid de QEV y para que BTech resucite la antigua marca Ebro. Durante estos meses se van a empezar a hacer las primeras contrataciones, que también se han atrasado en alargarse los trámites administrativos.
El consorcio encabezado por la empresa dirigida por Joan Orús esperaba empezar a estructurar la plantilla y a configurar un equipo directivo este enero. La previsión también ha cambiado y no se podrán a firmar los primeros contratos hasta febrero, una vez tengan acceso al centro. El hub espera contratar a unos 600 de los más de 1.000 exempleados de Nissan este 2023, mientras busca fórmulas para absorber más trabajadores de la antigua plantilla, que llevan en el paro desde el cierre de la planta hace más de un año.
La oferta «más ventajosa»
Este lunes los sindicatos que representan a los empleados de la planta del fabricante japonés han difundido un comunicado donde aseguran que Goodman y el hub han sido seleccionados como “la oferta más ventajosa”, lo que supone “el primer paso para conocer legalmente el ganador del concurso”, es decir, se inicia el último trámite. Ahora, la inmobiliaria australiana tiene que presentar la documentación requerida por la mesa de contratación para ser revisada y, al fin, poner punto y final a la licitación.
Para poder reactivar la fábrica, el proyecto contará con capital tanto del consorcio automovilístico como de Goodman, al que se sumaran los 62 millones de euros del Parte. El D-hub tuvo que renunciar a una parte de los 108 millones asignados por el Ministerio de Industria tras no conseguir la totalidad de los avales necesarios, sobre todos los que cubrían los planes secundarios y alguna de las pymes integradas en la solicitud de las ayudas.
La licitación empezó el 3 de junio con la intención de resolver el concurso en verano. En otoño, las dificultades de QEV y BTech para cerrar un acuerdo con su socio inmologístico retrasaron el periodo para presentar candidaturas. Ahora, la validación de la documentación está llevando más tiempo de lo previsto, con lo que se llega a la quinta prórroga del concurso.
La licitación pública prevé un arrendamiento a cincuenta años y requiere de una inversión inicial de 100 millones de euros, que abonará la inmobiliaria dirigida en España por Ignacio García. Dos de las parcelas destinadas al uso industrial ya están adjudicadas al fabricante de motos eléctricas Silence y a Nissan Motor Ibérica, que mantiene el centro técnico de investigación y desarrollo.