CVC y GIP se resignan en Naturgy pese a cumplir el ciclo inversor

Los fondos esperan el proyecto Géminis para salir de la compañía que preside Francisco Reynés conscientes de que la guerra y la crisis energética lo deja en el aire

Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Naturgy ha tenido una semana movida, como si los efectos de la guerra y los movimientos de la Comisión Europea para reformar el sistema eléctrico y gasista no fueran suficientes. Logró, al fin, pactar parte del precio del gas con Argelia, aunque le queda el de los próximos años. Y para rematarlo, los fondos, habituales espectadores impasibles de los dimes y diretes de las cotizadas pese a ser a menudo los protagonistas, decidieron tomar la palabra. El mensaje, al final, es que continuarán, resignados, hasta que sea el momento de salir. 

Este jueves se produjo un hecho tan poco habitual como que un fondo de inversión, CVC, hablase abiertamente sobre una inversión. Javier de Jaime dio a algunos periodistas su versión de lo que va a hacer el fondo propietario del 20% de Naturgy: no hay fecha para la salida, no hay prisa, de hecho. La realidad es que, con el proyecto Géminis congelado y la acción alta, aunque ya no en máximos, tampoco tienen hoy por hoy opciones de vender. 

Los rumores recorren el mercado hace semanas. GIP y la propia CVC, que tienen cada uno una quinta parte de la compañía que preside Francisco Reynés, estarían buscando la manera de salir al margen de Géminis al constatar que no hay fecha para su culminación y que la situación económica y geopolítica mundial no permite siquiera visualizarlo en el corto y medio plazo. 

Géminis es la escisión que ideó Reynés entre negocio regulado y negocio liberalizado para que cada inversor pudiera elegir la apuesta que más le interesara, o incluso quedarse en ambas, como haría Criteria Caixa, primer accionista de Naturgy. De hecho, cada una de las dos cotizadas nacería con la misma composición accionarial, pero permitiría dar liquidez con mayor facilidad a los fondos porque, según la hoja de ruta marcada, sería más sencillo encontrar nuevos inversores. 

Poco después de anunciar el proyecto, Rusia invadió Ucrania, se disparó el precio de la luz y el gas y los gobiernos iniciaron reformas que, junto con la crisis económica provocada también en parte por la misma guerra, han sumido al sector en una gran incertidumbre. En esta situación, como explicó Reynés en la última junta de accionistas, no es posible culminar un proyecto clave como este, si bien internamente se sigue trabajando en el mismo, según aseguran fuentes de la compañía. 

La congelación de Géminis dejó atrapados a GIP y CVC, que ya han cumplido un ciclo de cinco años de inversión en Naturgy. El precio de la acción, además, invitaba a salir, pues seguía, y sigue aún, por encima de la opa de IFM. Pero la misma incertidumbre que congela la escisión y la complejidad de la compañía, que tiene muchos negocios entre electricidad y gas, minimiza la posibilidad de atraer grandes inversores que den salida a los fondos. 

Más de 9.000 millones, ‘atrapados’

La participación de GIP y CVC tiene un valor en bolsa, cada una, de 4.600 millones de euros. Por esa gran magnitud es impensable vender en el mercado, podría hacer caer drásticamente la acción y sería contraproducente tanto para la compañía como para el propio interesado en salir. Hay que esperar nuevos inversores, y para que sea atractiva, hay que esperar a Géminis. 

Por tanto, están atrapados, si bien en buenas condiciones. GIP no se ha pronunciado, no suele hacerlo, pero CVC ha querido mostrar que están tranquilos. IFM, mientras tanto, sigue comprando para superar el 14%. Poco a poco, discretamente, pues las normas de la CNMV le permiten no tener que comunicarlo aun. 

Xavier Alegret

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp