Cumbre e-G8 sobre el futuro de Internet: ¿libertad o negocio?
El presidente francés, Nicholas Sarkozy reúne a los principales gurús mundiales de Internet para debatir sobre las perspectivas futuro de la red de redes
París será escenario, hoy y mañana, de un encuentro muy especial y hasta ahora inédito. La mayoría de los principales actores mundiales relacionados con Internet y las nuevas tecnologías han sido citados por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, para hablar del nuevo mundo. Una cita bautizada como e-G8 y que será previa a la cumbre de jefes de Estado de los ocho países más industrializados del mundo que se celebrará el jueves y el viernes en el norte de Francia.
Esta cita, sin embargo, ha sido objeto de numerosas críticas por parte de la comunidad internauta francesa, ya que consideran que es un encuentro centrado casi exclusivamente en aspectos económicos y lo ven como una oportunidad perdida para que los mandamases de Internet discutan de como la red puede favorecer las libertades o cómo actuar para evitar que siga habiendo países que censuren el acceso de los ciudadanos a esta herramienta. No sólo eso, ven en esta iniciativa de Sarkozy la voluntad de los países «democráticos» de aumentar el control sobre la red para hacerla más «civilizada».
Sarkozy no dudó en reunir un cartel de lujo para darle importancia a esta cita. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, los presidentes de Google (Eric Sscmidt), e-Bay (John Donahoe), el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, el presidente de HTC, Peter Chou, o el presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, entre otros muchos, figuran entre los participantes en el e-G8, cuyas conclusiones se trasladarán posteriormente a los jefes de Estado del G8.
También está prevista la presencia del magnate de la prensa Rupert Murdoch y de altos responsables de medios de comunicación de la BBC, Financial Times o The New York Times, para hablar del papel de la prensa en la nueva era digital.
Pero un rápido vistazo al programa de la cumbre (consultable en la web http://www.eg8forum.com/fr) deja claro por dónde van a ir los debates: Internet y crecimiento económico; Propiedad intelectual y economía cultural en la era digital; ¿Cómo construir el futuro?; Transformación digital: reinventando el negocio tradicional; etc.
Algunas asociaciones, como la altermundialista ATTAC, ya denunciaron la visión puramente económica de este e-G8 y criticó que no se haya invitado a esta cumbre a la sociedad civil ni a los usuarios de Internet.
Una cortina de humo
«Este foro es una cortina de humo para esconder el creciente control de los gobiernos sobre Internet», denunción en un manifiesto la organización de defensa de los derechos y libertados de los usuarios de Internet La Quadrature du Net.
El reciente papel jugado por el portal Wikileaks, revelando miles de cables secretos de la diplomacia estadounidense, ha mostrado como Internet puede molestar a algunos Estados y algunos de ellos, como China, no renuncian recurrir directamente a la censura para impedir un acceso libre de los ciudadanos a los contenidos de la red.
La libertatd en la red
Desde el Eliseo se quiso mandar el mensaje de que la cuestión de la libertad en la red estaría en el centro de los debates, pero la verdad es que quedó relegada a un solo taller bautizado como «Libertad electrónica: nuevas herramientas de libertad».
Diarios como Le Monde y Le Figaro criticaron este papel residual reservado a la libertad en Internet, especialmente en un momento en el que se ha visto, con el estallido de la «primavera árabe» la importancia de las nuevas tecnologías en los movimientos de emancipación y democratización de los pueblos.
Jean Marc Manach, responsable del blog «Bug Brother» en Le Monde, acusó a Sarkozy de «expulsar las libertades de su intenet civilizado». Este bloguero cuenta, además que el ex ministro de Asuntos Exteriores, el socialista Bernard Kouchner, propuso al presidente francés organizar una cumbre mundial consagrada a la libertad de expresión en la red, a la democratización y a la defensa de la ciberdisidencia y que Sarkozy se opuso a ello, sólo dos meses antes de que estallara la revuelta en Túnez, organizada a través de Facebook.
En su discurso de apertura del e-G8, este martes por la mañana, Sarkozy pareció dar la razón a aquellos que le acusan de querer un Internet «civilizado, controlado, cerrado». Reconociendo que lo ocurrido en los países árabes ha revelado que intenet se ha convertido en un vector «de una potencia inédita», Sarkozy aprovechó la ocasión para exigir un mínimo de «valores y reglas» en la red y pidió a los responsables de las principales empresas tecnológicas que no permitan «vehicular el mal», ni que la red se convierta en «un instrumento en las manos de aquellos que quieren atentar contra nuestra seguridad, contra nuestra integridad».