Cuatro proveedores inician la cascada de ERES por el adiós de Nissan Barcelona
Los trabajadores afectados exigen a sus empresas “exactamente las mismas condiciones” que las obtenidas por la plantilla de Nissan en el acuerdo firmado en
“El adiós de Nissan va a suponer la pérdida de 25.000 empleos”, decían los trabajadores de la automovilística en Barcelona cuando se anunció el cierre de la planta de Zona Franca. En agosto firmaron un acuerdo que les abrió la puerta a ser parte de la reindustrialización de la fábrica. Todo el mundo se felicitó. Sin embargo, detrás de los 2.400 empleados de la firma nipona están las 22.500 personas que dependen de la instalación y que ya sufren los efectos de la clausura con la presentación de los primeros expedientes de regulación de empleo (ERE) por el adiós compañía.
Fuentes de la industria explican a Economía Digital que ya son varios los proveedores y empresas subcontratadas que discuten la presentación de un ERE para su plantilla. El procedimiento que implica a un mayor volumen de gente es el de Acciona, que hace dos semanas ya aplicó su plan de despidos para los aproximadamente 550 trabajadores que desempeñaban sus funciones en la fábrica de Nissan.
No obstante, el reguero de recortes ya aplica a buena parte de los proveedores. Magna, dedicada a la producción de piezas para los asientos, presentó hace algo menos de dos semanas un ERE para los 58 empleados que trabajaban en Zona Franca. “Estamos pidiendo exactamente lo mismo que se dio a los trabajadores de Nissan”, explican desde el comité de empresa.
Al ser rechazadas, por el momento, sus peticiones, los trabajadores ya preparan un calendario de protestas que arrancará esta misma semana.
Magneti Marelli hizo los deberes en junio y ya aprobó un primer ERE para 59 trabajadores
A la espera de una comunicación especial están los 44 trabajadores de Tachi-S, que se encarga de la estructura metálica de las butacas. “Creemos que nos notificarán el ERE esta misma semana”, dicen. Con un tercio de la plantilla mayor de 50 años, “la negociación tiene que centrarse en las posibilidades de reubicar a este personal y no solo en las indemnizaciones”, advierten.
La situación es exactamente igual en Snop, dedicada a la estampación. En Zona Franca se ocupa a alrededor de 40 empleados, que esperan negociar el ERE de cara al cierre de la instalación de Zona Franca.
Quien tiene el trabajo adelantado es Magneti Marelli, que ya en junio aprobó un ERE para 59 trabajadores, que saldrán de la empresa de forma progresiva hasta diciembre. A partir de entonces, los despidos se ejecutarán de forma progresiva según la decreciente producción de Nissan, pero siempre con las mismas condiciones que en el ajuste ya firmado: 42 días por año trabajado hasta un tope de 30 mensualidades y un lineal de 8.000 euros.
La firma divide su actividad entre Zona Franca y un centro en Santa Margarida dels Monjos, y los sindicatos temen que el adiós de la automovilística puede suponer el fin de ambas instalaciones, que ocupan a alrededor de 180 personas entre ambas. “La única opción de que se salve parte del empleo es que se consiga hacer un componente para Renault, pero solo ocuparía a alrededor de 40 personas”, explican desde el comité de empresa.
Detrás de estos cuatro se espera que el listado se amplíe en las próximas semanas con ajustes en otras de las subcontratas que prestan servicio dentro de la instalación: ISS; Howa Tramico, que colabora con los revestimientos y los techos; MMM, centrada en tubos de escape y frenos; Faurecia; la cotizada Gestamp; Valeo; Sumitomo; Hutchinson y Flexngate.
Los trabajadores de Acciona impugnan su ERE
Antes de resolverse estos procedimientos, y a la espera de ver si los conflictos se enquistan, la atención se centra ahora en Acciona, la mayor subcontrata de Nissan en Zona Franca, con 550 trabajadores en la planta. La firma de servicios auxiliares ejecutó su ERE hace dos semanas después de que el periodo de consultas terminase sin acuerdo.
El enfrentamiento está actualmente judicializado por dos bandas. El comité de empresa impugnó el ERE, pero el Col·lectiu Ronda –que agrupa a parte de la plantilla– fue incluso más lejos y denunció que se produce una subrogación ilegal de trabajadores, pues Nissan sería el verdadero empleador.
La dirección de Acciona comunicó hace dos semanas a la plantilla “la decisión de hacer efectivo el despido colectivo el 2 de octubre” por correo electrónico. Además, como el periodo de consultas entre trabajadores y empresa terminó sin acuerdo, la compañía que preside José Manuel Entrecanales zanjó el despido colectivo con un pago de 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades.
Antes de oficializar el plan de despidos, Acciona señaló directamente a la automovilística japonesa y su actitud como responsables del despido colectivo. Desde que el pasado 10 de agosto las dos organizaciones resolvieron el contrato que las unía –las dos dicen que fue la otra parte el que lo rompió– por el desplome de la producción en el centro de Zona Franca, ambas se encuentran inmersas en un enfrentamiento mediático en el que se culpan mutuamente de las bajas.