Las grandes empresas, obligadas a buscar trabajo a 25.000 afectados por sus ERE
Los despidos masivos de 2021 vienen acompañados por las promesas de recolocación. ¿Es viable que el mercado laboral absorba a tanta gente?
De los ERTE a los ERE. Ya lo habían advertido los expertos cuando el año pasado 3,5 millones de españoles acabaron amparados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Con la entrada de 2021 se abrió la veda de los despidos definitivos, un plan que las empresas acompañan de una promesa de recolocación que ahora mismo ya alcanza a 25.000 personas.
Mientras el número de trabajadores en ERTE desciende (783.000 a 20 de marzo) los ERE empiezan a crecer. Son muchas las grandes firmas que han apostado desde comienzos de año por los despidos colectivos. Así lo anunciaron en las últimas semanas El Corte Inglés, Naturgy, H&M, BBVA o Caixabank.
En todos los casos el paquete de despidos llegó acompañado de la contratación de una empresa de recolocación. Nombres como Randstad, Manpower y Lee Hecht Harrison (LHH) comienzan a asomarse a los titulares de los periódicos en su misión de encontrar un nuevo empleo a los afectados por los EREs.
“Hay que recordar que la contratación de este tipo de empresas está obligada por ley cuando el ERE supera los 50 damnificados; no es un favor que hagan las compañías”, advierte Moisés Berruezo, secretario de Negociación Colectiva de FeSMC – UGT. El plan de acompañamiento acostumbra a oscilar entre los seis y los nueve meses y los especialistas presumen de un éxito que siempre supera el 80%.
“Una vez firman el ajuste nos cuesta seguir la pista al trabajador, es difícil verificar tanto la cifra de recolocados como la calidad de los nuevos puestos”, añade el líder sindical. «Con la contratación de una empresa de outplacement, encontrar un nuevo empleo se acelera un 60%. El 88% además lo hace con un contrato de larga duración», asegura Orestes Wensell, director comercial de Talent Solutions- Right Management de ManpowerGroup.
La banca tiene en marcha hasta 15.500 despidos
El caso de la banca es el más paradigmático. El sector se encuentra inmerso en un proceso de consolidación por motivos que ya amenazaban incluso antes de la pandemia. El más destacado es la baja rentabilidad tras la caída de los tipos de interés. A estas razones se han unido los nuevos hábitos de los clientes, ahora más digitalizados.
De este modo, cuatro grandes bancos del Ibex están en proceso de reestructuración. A Banc Sabadell (1.800 empleos) y Banco Santander (3.572 empleos) , que ya pactaron salidas voluntarias el año pasado, se sumaron ahora la nueva Caixabank –tras fusionarse con Bankia– y BBVA.
BBVA anunció que prepara 3.800 despidos y ya ha adelantado que 350 se reubicaran dentro del grupo. Para el resto (3.448 personas) también tiene planes. El banco contrató al grupo Randstad para ofrecer un nuevo puesto de trabajo a aquellos que sean despedidos del banco con motivo del ERE.
El sector bancario solo podrá absorber entre el 20% y el 30% de los afectados
Caixabank, que también anunció un despido colectivo de 8.300 personas, hizo lo propio y se comprometió con los trabajadores a hacer recolocaciones. De momento, hizo público que 500 serán dentro del grupo, mientras que los otros 7.800 irán otras empresas.
Pero los sindicatos de estas entidades financieras dudan que haya trabajo para más de 11.000 personas en un sector que no para de reducir plantilla y más si cabe, en plena pandemia. Los mismos confían en que las críticas del Gobierno hacia estos ajustes tan severos surtan efecto y se animen a minimizar los despidos.
“De los afectados del sector bancario, solamente entre el 20% y el 30% podrán quedarse en el sector, el resto migrará hacia industrias colindantes como pueden ser las aseguradoras, el asesoramiento financiero o la gestión administrativa”, explica Orestes Wensell. Como es evidente, la flexibilidad geográfica y a la hora de virar de función es clave en la velocidad para encontrar otro trabajo.
El Corte Inglés lidera los despidos en el ‘retail’
La banca no es la única industria que puso a girar la rueda de los EREs. Aunque de momento golpeó a menos trabajadores, en el retail la maquinaria también comenzó a funcionar. Sin visos de recuperación inmediata y todavía con algo de dinero en la caja, muchas marcas optaron por acelerar procedimientos que quizás deberían haber tomado en los próximos años por el auge de internet.
El ajuste más significativo es el de El Corte Inglés. A finales de febrero presentó un paquete de despidos para 3.292 personas. Los grandes almacenes enfocaron el plan a menores de 50 años, con más posibilidades de recolocación que los empleados de más edad. Junto al gigante de la distribución plantean despidos H&M (alrededor de 1.000 personas) y Adolfo Domínguez (300 personas). Ya los aplicaron las perfumerías Douglas, que cesaron a 492 asalariados.
«El retail es un sector muy amplio y hay empresas como Mediamarkt que están creando empleo; aproximadamente el 45% se podrá quedar en este ámbito», señala Wensell. Para el salto a otras industrias, no solo jugará el salario: «Hay gente que acepta renunciar a parte del sueldo y poder descansar los fines de semana, por ejemplo», añade el dirigente.
La industria: todos pendientes de Nissan
Pensar en recolocaciones en Cataluña es inmediatamente pensar la fábrica de Nissan en Zona Franca (Barcelona), que cerrará el próximo mes de diciembre. Los 1.600 empleados que se desempeñaban en el centro no están aquí en manos de una empresa de outplacement. El acuerdo cerrado con la automovilística japonesa les dio derecho a ser contratados en la reindustrialización de la instalación. La mesa formada por la compañía, el Ministerio de Industria y la Generalitat estudia las ofertas existentes para ocupar el centro.
Sin embargo, apenas existen propuestas en firme que ocupen a la totalidad de la plantilla y la opción más probable es que un conglomerado de firmas de electromovilidad aterrice en los terrenos. Ante la incertidumbre, los sindicatos exigen avances o volverán a convocar movilizaciones como las protagonizadas en verano.
El ERE de Nissan no llegó solo: muchos proveedores se han visto obligados a realizar despidos
El cierre de la fábrica ya comportó una cascada de EREs en los proveedores de la automovilística. Acciona, por ejemplo, presentó un ajuste para 500 trabajadores. Le siguieron otras como Magneti Marelli o Aludyne Automotive.
Más allá del caso Nissan, la industria del territorio sufre las reestructuraciones mundiales iniciadas por los gigantes del sector, que recortan la producción en toda Europa. Fue el caso del fabricante de neumáticos Continental o Bosch, que anunciaron la clausura de sus plantas catalanas en los últimos meses, dejando más de 1.200 trabajadores sin ocupación.
«En el sector industrial, hay ciertos perfiles que se recolocan muy rápido: técnicos de mantenimiento, soldadores o carretilleros», describe Wensell. «La gran mayoría se queda en la industria. Y aproximadamente la mitad consiguen mantenerse en el mismo sector», añade.
Los que vienen: Naturgy y el turismo
La sensación en el ambiente es que la rueda solo ha empezado a girar y a lo largo de los próximos meses se sucederán nuevos EREs. A la espera de que terminen los ERTEs está el turismo, uno de los negocios más golpeados por la pandemia. Aunque la mayoría todavía aguantan con la bombona de los despidos temporales, algunas como NH Hotel Group o el hotel Westin Palace de Madrid ya tienen en marcha el recorte de centenares de empleos.
Otra que anunció su voluntad de reducir plantilla es la energética Naturgy. Como avanzó Economía Digital, la cotizada que preside Francisco Reynés negocia la salida de 1.000 personas. Tanto sindicatos como empresa aseguran que el ajuste se producirá solamente con bajas voluntarias.