Todos los problemas de la venta online en los supermercados
A diferencia del canal físico, con un parque de tiendas hipertrofiado, la venta online en España no está preparada: es residual en circunstancias normales
Cuando la gente empezó a preguntarse si el miedo al coronavirus provocaría desabastecimiento en los supermercados, los principales responsables del sector salieron al paso para explicar que no habría ningún problema en el suministro de productos. Pero los canales de venta online, donde hasta ahora las principales cadenas de distribución no habían dedicado tanta atención porque la demanda era residual, se han visto desbordados por el aumento de peticiones en Madrid los días de mayor histeria colectiva.
Así, supermercados como Mercadona, Carrefour o DIA — primera, segunda y tercera compañía del mercado por cuota, respectivamente — tuvieron problemas puntuales durante este martes, cuando se conocía que la OMS calificaba ya el coronavirus de pandemia y en ciudades como Madrid habían cerrado universidades y colegios. Una situación que se agravó después de que mucha gente decidiera no ir al supermercado para evitar aglomeraciones y hacer esa misma compra, con el proveerse durante mucho tiempo, a través de los canales online.
DIA lanzaba un mensaje de advertencia en el que señalaba que la venta de productos podía sufrir alteraciones, mientras que Carrefour pedía calma a sus usuarios para que dedicaran el canal online al público vulnerable, como la gente que estaba en cuarentena.
Problemas en el canal online: Mercadona suspende pedidos y DIA advierte de retrasos
Mercadona, por su parte, decidió anular algunos pedidos en determinados puntos de Madrid. La cadena líder de supermercados opera su canal online a través de centros logísticos que llama colmenas, pero en Madrid de momento no tiene ninguna (está prevista su llegada para esta primera mitad de año) y garantiza esos productos a través de los propios supermercados.
Tampoco se libró El Corte Inglés, que siguió el ejemplo de compañías británicas como Tesco y aplicó el racionamiento a varios de sus productos, entre los que se incluyen arroz, leche y papel higiénico. Fuentes de la compañía también reconocieron retrasos en algunos pedidos ante el crecimiento de la demanda.
Canal físico vs. canal online en España
Ante el miedo al coronavirus, las principales de patronales de los supermercados salieron al paso para tranquilizar a los consumidores. Su mensaje: la estructura de la distribución alimentaria en España permite que la disponibilidad de alimentos no sea un problema para la población. «Los consumidores tienen acceso a la alimentación muy cerca de sus casas y no es necesario almacenar», afirmaron desde Asedas en un comunicado.
Pero esa estructura se refería a la red de tiendas físicas en España, donde hay una gran densidad de tiendas respecto a nuestros vecinos europeos. Aquí España es uno de los países europeos con más tiendas por habitante. Según datos de Nielsen, tenemos 3,4 por cada 1.000 ciudadanos, frente a la media europea (2,6 tiendas por cada millar).
Además, datos facilitados por la misma consultora revelaban que desde 2015 hasta 2018, ambos ejercicios inclusive, se abrieron más tiendas en todas sus modalidades, tanto de hipermercados como de supermercados en todos los tamaños, hasta sumar otros 1.218 establecimientos a la extensa red que ya hay en toda la geografía española.
En cambio, el supermercado online lleva años sin despegar en España. Pese a que sí es muy frecuente utilizar internet para comprar billetes de avión o prendas de vestir, por ejemplo, un estudio de la consultora The Cocktail afirmaba que, comparado con Reino Unido, la cifra de ventas de alimentos de supermercados en nuestro país representaba un tercio.
Obervando estadísticas de otra consultora, Kantar, también se ve lo lejos que está la venta online de alimentos en España respecto a otros países. Kantar afirma que la cuota de mercado de compra online de gran consumo en España es del 2,4% (dato de 2018), lejos de países como Dinamarca (2,6%), República Checa (3,3%), Estados Unidos (4,4%), Francia (5,6%) y Reino Unido (7,2%), entre muchos otros.
El sector del gran consumo sigue lejos de Europa por lo que a venta online se refiere
Tampoco son triunfalistas los datos que proporciona en el propio país la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). Los hipermercados, supermercados y tiendas de alimentación entraron en 2016 por primera vez en el bombo de las mejores cifras de facturación del comercio electrónico para el regulador, pero de un tiempo a esta parte el regulador ha dejado de ofrecer datos sobre su crecimiento.