El Gobierno niega a los talleres de coches uno de cada cinco ERTE
El sector, que ha sufrido más de un 90% de caÃda de su facturación, sigue sin poder lllevar a cabo todos los expedientes de regulación de empleo necesarios
Es una de las industrias que más comprometida se ha visto con el coronavirus. El Gobierno entiende que representan un servicio, al igual que el de supermercados o los estancos, esencial, pero su situación económica ha empeorado de manera notable desde que llegó la crisis sanitaria. Se trata de los talleres de coche, un sector que para más inri ha recibido la negativa de la autoridad laboral para llevar a cabo Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) por fuerza mayor en uno de cada cinco casos.
Es la cifra que aporta a este medio Ganvam, la asociación nacional de vendedores de vehículos a motor, reparación y recambios. Pese a no contar con datos por volumen de expedientes, los números que manejan dicen que las tres cuartas partes de los talleres han presentado ERTE, más de la mitad no ha recibido respuesta de la autoridad laboral y un 22% han sido denegados por causa mayor.
Desde Ganvam matizan que en los casos que existe silencio administrativo no puede interpretarse que haya una «respuesta positiva», porque en comunidades autónomas como Asturias, Aragón y Comunidad Valenciana, en las que esto ha sucedido, «se ha prorrogado el plazo de resolución».
En concreto, la asociación de talleres dice a este respecto que hay expedientes en los que se ha tenido que presentar documentación adicional, lo que devuelve a las empresas afectadas a la «casilla de salida».
Necesidad de ERTE automático
La situación de los talleres es más compleja que la de otros sectores. Su facturación ha caído más del 95%, según datos del sector — coinciden con los del estudio realizado por la consultora MSI— , por lo que no debería haber problema para aceptar los expedientes si están bien justificados.
Pero la realidad es distinta. Fuentes del sector coinciden en que se ha generado un «cuello de botella» como consecuencia de «la avalancha de solicitudes y la falta de coordinación entre las diferentes administraciones».
Las asociaciones de talleres pidieron un ERTE automático para el sector en marzo
Esta situación ha echado por tierra sus reclamaciones, encabezadas por las patronales CETRAA y CONEPA, que, ante la paralización masiva y generalizada de afluencia de vehículos para labores de reparación y mantenimiento, ya pidieron en marzo la concesión automática de un ERTE a nivel sectorial en el que no fuera necesario ni siquiera presentar el informe ante la inspección de tabajo.
Ambas organizaciones, representativas de 47 asociaciones de talleres en todas las comunidades autónomas, así como de 35.000 empresas que proporcionan empleos directos, mandaron al Ministerio de Trabajo un documento en el que alegaban su situación.
Voces oficiales de estas dos asociaciones explican a este medio que las medidas en términos de regulación de empleo han sido satisfactorias, pero siguen con necesidades. Una de ella es poder contar con elementos de protección, como guantes y mascarillas, en el trabajo. Otra es poder acceder a más liquidez, ya que, según explican, los fondos que pone el Gobierno a disposición de las empresas se agotan en poco tiempo.
Golpe del coronavirus a la industria del automóvil
La evolución del negocio de los talleres de reparación de vehículos es un indicador más de los efectos de las medidas de restricción para poder salir de casa en España, uno de los país que más han reducido la movilidad durante el estado de alarma.
Otro termómetro que indica cómo estas medidas han hecho mella en el sector del automóvil es el número de matriculaciones. Los últimos datos, relativos al mes de marzo, hablaban de que las automovilísticas vendieron un 69,3% menos de coches en España, de acuerdo a la patronal Anfac.
La otra patronal, Faconauto, explicó a este medio que la caída del negocio cuando termine 2020 superará el 30%, siguiendo siempre los análisis más optimistas.
De esta forma, los 1,25 millones de coches entregados a lo largo de 2019 se recortarían hasta 750.000 para este año. “Todo dependerá de cuando se pueda volver a la actividad, pero es seguro que los meses de abril mayo y junio serán muy duros”, auguró Gerardo Pérez, presidente de Faconauto.