Controversia por un informe sobre la calidad del aceite
La OCU acusó a la mitad de la industria aceitera de cometer fraudes masivos en el etiquetado de virgen extra
La industria del aceite intenta mantener los nervios de acero, pero los polémicos informes de la OCU sobre sus calidades y los contrainformes que los desmienten no ponen las cosas sencillas al sector.
El último informe destapado por Economía Digital ha provocado reacciones de todo tipo. La primera, de la empresa Nielsen, que, en relación a nuestro artículo, se ha puesto en contacto por primera vez con este medio para aclarar que la autoría del documento difundido en exclusiva no es suya.
Después de las pertinentes comprobaciones, Economía Digital ha constatado que el informe, al que hemos accedido por diversas fuentes, contradice los resultados de la OCU y arroja importantes discrepancias respecto a las conclusiones de la organización de consumidores y usuarios.
De acuerdo con este informe, que ha corrido como la pólvora entre las empresas y responsables de la industria aceitera, algunas marcas señaladas por la OCU como virgen extra no merecen esa categoría. En cambio, otras de la categoría virgen y que supuestamente engañan al consumidor con la etiqueta virgen extra, sí tienen los atributos para ser categorizados como tal.
La industria vive un gran debate: ¿cuál es el método que debe seguirse para determinar, sin errores, que un aceite es virgen extra o no? Varios productores consideran que el método de la cata es insuficiente para establecer estas categorías por subjetivo.
Los aceiteros han exigido al ministerio de Agricultura protección ante el último informe de la OCU, que concluía que la mitad de las marcas de aceite en España cometen fraude al etiquetarse como virgen extra, la categoría más cara y de mayor calidad.