Constellation, la infraestructura de datos descentralizada que apuesta por una gestión veloz y segura de nuestros datos
El proyecto del estadounidense Ben Jorgensen, se basa en el siguiente paso de la tecnología blockchain hacia la nueva economía 3.0 solventando las limitaciones existentes
A lo largo de la última década, las finanzas a través de Internet se han convertido en una de las grandes bases de la economía a nivel mundial. Actualmente, la gran mayoría de las transacciones económicas a nivel personal y empresarial se llevan a cabo por esta vía, por lo que, conforme este tipo de negocio crecía de forma paulatina, era necesario que también se desarrollasen ciertas medidas de seguridad.
Por ello, personas como Ben Jorgensen, oriundo de Indiana, Estados Unidos, actuaron en consecuencia. En el caso de Ben, en 2017 fundó Constellation, una infraestructura que permite a las empresas y a los particulares realizar transacciones y comercios en la Web 3.0, aprovechando tecnologías como la blockchain o las DLTs.
El objetivo principal de Ben y sus socios cofundadores de la plataforma Constellation, era originalmente dar vida a un proyecto en el que se combinase la economía digital propia de las Web 3.0, que comenzaba a despuntar de la mano de la infrasestructura y la innovación del hub tecnológico americano.
En resumidas cuentas, Constellation consiste en un ecosistema tecnológico, en el cual se unen las empresas del mundo real con las diversas economías digitales existentes, en busca de maximizar el manejo y la monetización del Big Data. Se trata de una base de datos descentralizada o DLT, tecnologías de registro distribuido («Distributed Ledger Technology», en inglés), similar a otras blockchains como podrían ser Bitcoin o Ethereum, pero con una tecnología desarrollada que busca solucionar los problemas de escalabilidad e interoperabilidad dentro del espacio cripto.
Una base de datos descentralizada sin limitaciones
Una tecnología que recibe el nombre DAG (Directed Acyclic Graph), que cuenta con todas las ventajas de una blockchain, pero se escapa de las limitaciones que estas tienen. Y es que las blockchains son cadenales lineales, donde se puede añadir información ordenada en bloques. Este último punto es importante, ya que esos datos no se pueden borrar, sustituir o cambiar de orden.
Esta es la principal desventaja de las blockchains, que, en contraposición, cuenta con otras muchas ventajas. Entre estas ventajas cabe destacar que se trata de un sistema que aporta una gran seguridad a los datos, así como inmutabilidad y transparencia. De este modo, el principal objetivo de Jorgensen, es solventar esos factores limitantes como la escalabilidad proporcionada por su arquitectura lineal a través de la mencionada tecnología DAG.
Y es que el hecho de abandonar esa estructura lineal propia de otras bases de datos es precisamente el hecho que posibilita a Constellation alcanzar una escalabilidad nunca antes vista. En lugar de asemejarse a un modelo en cadena, la tecnología propuesta por Jorgensen se acerca más a la estructura de una tela de araña, puesto que trabaja de forma acíclica, lo cual supone una escalabilidad muchísimo mayor, y al mismo tiempo reduce el coste de uso y el tiempo de finalidad.
Esto último es otro de los factores importantes, ya que, al contar con más nodos disponibles, la red no solo será más segura, sino que funcionará más rápido. Esto se debe a que el tiempo que tardará alguien en encontrar 5 o 6 nodos para validar esa información será cada vez menor, por lo que el tiempo se acercará cada vez más a 0.
Mayor velocidad y seguridad para nuestros datos
Esto implica que, además de las ventajas habituales en la gran mayoría de bases de datos descentralizadas, Constellation ofrece una infraestructura más segura que soporta infinidad de datos. Es también importante hacer hincapié en la ingente cantidad de datos que manejan estas redes en los últimos años, ya que en los últimos dos o tres años, se han producido el 90% de los datos jamás creados. Unos datos que, en su mayoría, provienen de fuentes digitales como Internet, intranets o diversas inteligencias artificiales.
Tal y como explica el propio Ben Jorgensen, a través de Constellation ha logrado entender la necesidad de las personas de controlar todos sus datos de forma segura, para lo cual es necesario una tecnología que sea capaz de operar con millones de datos a la vez, y, lo que es más importante, de forma segura, evitando cualquier tipo de robo de información no deseada.
Por ese motivo, dio vida a Constellation, una red que nació para dar comienzo a uno de los cambios más grandes de la historia en lo referente al uso y registro de nuestros datos. Algo similar a lo que sucedió con la aparición del almacenamiento en la nube, que a día de hoy se ha certificado como un imprescindible, pero, además, formando parte de la economía digital de las criptomonedas y el valor transferible de la Web 3.0.»