El Consorci de la Zona Franca negocia la entrada de inversores privados para la ampliación de DFactory
La institución ha recibido interés de tres inversores y prevé adjudicar los terrenos antes de final de año para una obra de 100 millones de euros y más de 80.000 metros cuadrados
El Consorci de la Zona Franca de Barcelona quiere acelerar la ampliación del DFactory, su edificio para potenciar la industria 4.0, y ha decidido optar por ponerlo en manos de inversores privados. De hecho, la institución participada por el Gobierno, la Generalitat de Catalunya y el Ajuntament de Barcelona ya ha recibido el interés de tres compañías internacionales y se pondrá manos a la obra en septiembre.
La ampliación de DFactory, o fase 2, como lo llaman internamente, ya estaba prevista, pero lo que no lo estaba era que no lo desarrollara el propio consorcio, como hizo con el actual edificio. Sin embargo, ha decidido optar por la vía privada para agilizar el proceso y que los nuevos edificios, que sumarán más de 80.000 metros cuadrados, estén disponibles cuanto antes, explicó a Economía Digital el delegado especial del Estado en el Consorci, Pere Navarro. El valor de la obra es de unos 100 millones de euros.
“Estamos hablando con grupos inversores para que hagan la inversión. El terreno es nuestro, lo alquilaremos, y ellos construirán los edificios, que se puede hacer por fases, según las necesidades, y los comercialicen”, relató Navarro en una entrevista con este medio, en la que detalló que han recibido tres muestras de interés, dos realmente serias, de grupos internacionales, si bien evitó dar los nombres por la confidencialidad que suele acompañar a este tipo de procesos.
Lo que aún no está claro es si será un simple contrato de alquiler o se requerirá un concurso previo, pues dependerá de cuántos de los tres interesados, o los que puedan surgir, terminen llegando al final del proceso cuando se retomen las conversaciones tras las vacaciones, después de que los procesos electorales lo frenaran. Aunque haya concurso, puede haber varios constructores, pues el complejo es muy grande y hay varios edificios. De esa forma también se aceleraría la construcción.
“Hay dos condiciones: el aspecto exterior, porque todo formará parte de DFactory, que tiene una marca y una imagen, y esa imagen hay que respetarla. Y la otra es que haya industria 4.0, no podemos poner aquí una gestoría”, narraba Navarro, que añadió que también se valorará, además del precio, si alguno de los inversores viene ya de la mano de algún proyecto industrial que encaje con el propósito de la fábrica.
Ponerlo en manos privadas agiliza la construcción
El delegado del Estado en el Consorci explicó por qué han optado por esta vía: “Si lo hacemos desde el sector público, tenemos que hacer muchos concursos: para el arquitecto, para la ingeniería, para la construcción, etc… Eso nos alarga muchos los plazos. Es mucho más ágil alquilar los terrenos y la empresa que los alquila, lo único que tiene que hacer es pedir la licencia municipal para hacer la nave industrial. Lo que nosotros tenemos que hacer es la urbanización del entorno y los accesos”.
DFactory es actualmente un moderno edificio en forma de cubo de 17.000 metros cuadrados, pero el Consorci tiene un solar al lado en el que se ubicará la fase dos. En ella se construirán dos grandes edificios, uno rectangular y otro en forma de arco para seguir la esquina de las calles A y 3 de la Zona Franca, pero se pueden construir ambos por fases, y en los que habrá espacios totalmente independientes y con accesos propios desde la calle, para que puedan trabajar todas las empresas que quepan. Entre ambos edificios habrá una plaza redonda.
La calle 27, la que da acceso al edificio ya en funcionamiento, y al otro lado de la cual se ubicarán los nuevos edificios, se ensanchará para convertirla en una avenida verde y se limitará el acceso de vehículos. Al final de la misma, habrá otra plaza, concebida como punto de encuentro, y otro edificio, más pequeño, que se quiere que sea el icono de DFactory. La urbanización correrá a cargo del consorcio.
“Nosotros haremos la urbanización del entorno. En medio hay como una plaza para relación de toda la gente que trabaja aquí. Haremos un paseo con viales para acceder en caso de necesidad, césped, carril bici, y al final un cubo de cristal, que queremos que sea un edificio emblemático. La idea es que sea un auditorio, para eventos y sitio para presentar productos, etc…”, explicó el que fuera líder del PSC y alcalde de Terrassa.
Navarro añadió que una de las prioridades es que sea un sitio “al que la gente quiera venir”, como ya empieza a pasar con el actual DFactory: “El entorno de un polígono industrial es duro, con el puerto al lado, además, pero estamos creando una especie de campus de una gran calidad. Tenemos una estación de metro, autobús, carriles bicis. Y es un espacio muy agradable para venir a trabajar, la gente del DFactory está muy contenta”.
Crece la demanda por estar en DFactory
Las prisas para construirlo, si bien se da cuatro años para que esté todo terminado aunque se pueda empezar a levantar el año que viene, es porque ven una demanda creciente: “Tenemos muchas empresas aquí que están creciendo de forma espectacular, están multiplicando su facturación por dos y por tres cada año. Las hay que tienen aquí el centro de innovación pero fabrican fuera y quieren hacerlo aquí para aprovechar economías de escala. También hay empresas del polígono interesadas en venir aquí”.
Los nuevos edificios tienen que ser más fábrica que el actual, que es “una puerta de entrada al recinto”, explicó Navarro, con mucho espacio y un concepto más de oficina. “Será más de fabricación que el actual DFactory, donde hay máquinas fabricando las 24 horas del día, especialmente las de impresión 3D, pero hay muchas empresas que lo que tienen aquí es su centro de innovación, desarrollo, calibración, robótica, etc., pero la fábrica la tienen en otro sitio. Entonces la intención es que buena parte de la ampliación sea muy fábrica”.
El delegado del Estado en el Consorci de la Zona Franca admitió que están gratamente sorprendidos por el buen funcionamiento de DFactory, inaugurado en 2020 y que tiene un 80% de ocupación: “Estamos sorprendidos de lo bien que está funcionando. Cuando lo construimos, ya sabíamos que había interesados, como H&P y Leitat, sabíamos que había agua en la piscina, pero nos hemos dado cuenta que hay mucha demanda, y ahora son las empresas, cuando ven que hay todo este ecosistema, las que piden venir”.