Codorníu eleva los beneficios hasta los 7,4 millones pese al impacto de la pandemia en las ventas
El decano del cava cierra el ejercicio 2020/2021 con una descenso de las ventas hasta los 174,4 millones de euros por el golpe del coronavirus a la restauración
Tras un año y medio de convivencia con el coronavirus, Codorníu comienza a ver la luz. Los primeros meses se saldaron con caídas de ventas a doble dígito e incluso llegó a anotarse un descenso del 36% durante el primer estado de alarma en España. La empresa activó un plan de contención de costes que junto con la recuperación de los ingresos logró que la cavista terminara la campaña 2020/2021 con un beneficio bruto de 7,4 millones de euros frente a los 1,4 millones del ejercicio fiscal anterior.
Fuentes de la compañía explican a Economía Digital que el ejercicio 2020/2021 –entre julio de 2020 y junio de 2021– se saldó con una escalada del resultado de explotación, aunque no estuvo acompañado por la mejora de los ingresos. Todavía con restricciones sobre la hostelería durante prácticamente todo el ejercicio, la facturación se quedó en 174,4 millones de euros por los 179,9 millones del año previo. No se pudo compensar con el crecimiento de los supermercados.
La firma controlada por el fondo de inversión Carlyle logró recortar gastos «superfluos» y mejorar unas eficiencias para alcanzar la mejora del beneficio bruto. La empresa no comparte el dato de las ganancias finales, aunque sí garantizan que fueron mejores que las de la campaña anterior. En el año 2019/2020, Codorníu perdió 11 millones de euros. La empresa levantó en septiembre el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que tenía abierto.
El 2020/2021 fue además el primer ejercicio que llevó el sello al completo de Sergio Fuster, consejero delegado desde aquel verano. La evolución de las ventas pasó del -19% del primer trimestre hasta el +50% del último trimestre, que se comparaba eso sí con el periodo de cierre de la hostelería por la primera oleada de la Covid-19.
Los 174,4 millones de euros eso sí están todavía lejos de, por ejemplo, los 236 millones que la cavista vendió en el año 2016/2017.
Gracias a la mejora del resultado, Codorníu retomó la política del dividendo, una de las demandas repetidas de los propietarios históricos de la organización. En la junta del pasado 16 de diciembre, los dueños de la empresa aprobaron repartir un dividendo tras haber reducido la política de remunerar a los accionistas especialmente durante la pasada crisis económica.
Codorníu crece en el ‘online’ y el negocio internacional
La mejora de las ventas para el decano del cava se produjo de manera transversal en todos los mercados; tanto en la división internacional como la nacional. Hoy, el negocio en el extranjero representa el 35% de los ingresos y el español supone el 65% restante. Antes de la pandemia, la ratio era del 30-70. El camino es dar la vuelta a los porcentajes y que la facturación internacional alcance entre el 70% y el 80%.
Mercados como Estados Unidos y Asia fueron los que un mejor desempeño registraron. Las bodegas del conglomerado en Norteamérica son algunas de las que mejor funcionaron.
Para ello se realizó una inversión de 10 millones de euros, principalmente en innovación, marketing y mejora de los procedimientos. Parte del gasto se destinó a 15Bodegas, el portal online de venta de vinos lanzado por la empresa. Ahora, la página vende algo más de 3 millones de euros. Las ventas por internet suponen todavía un porcentaje discreto de los ingresos a pesar de haber alcanzado un crecimiento del 30% en los últimos meses.
El vino tranquilo ya supone la mitad de las ventas de Codorníu
Codorníu ya no es solo una empresa de cavas. Los ingresos de la organización ya se reparten al 50% entre vinos tranquilos y los espumosos. Bodegas Bilbaínas, en la Denominación de Origen La Rioja, fue tradicionalmente una de las divisiones más rentables del grupo, tendencia que todavía se mantiene. También rindió por encima de la media Legaris, de Ribera de Duero.
En el campo de los espumosos, apostó por la enseña Ars Collecta, de gama premium. Contrasta eso sí la apuesta por la calidad, un mensaje sobre el que insiste la sociedad, con la producción de cavas de marca blanca para la británica Tesco. «Se hace para poder colocar mejor nuestras marcas propias», explican. Actualmente, el espumoso para supermercado supone el 2% de las ventas totales.