Coca-Cola ya teme que Sánchez suba impuestos como el resto de Europa
La patronal de bebidas azucaradas pide "prudencia" y "sensatez" en España mientras Francia y Reino Unido imponen las tasas e Italia las estudia
Si hasta ahora España era un refugio para Coca-Cola, la cúpula de la multinacional teme que pueda dejar de serlo con la oleada impositiva a las bebidas azucaradas que recorre Europa. El debate sobre el gravamen a los refrescos se había mantenido lejos de la opinión pública –salvo en Cataluña–, pero la patronal del sector ya pone sus barbas a remojar ante la tendencia en los países vecinos. «En un momento en el que los principales indicadores anuncian un enfriamiento de la economía, hay que ser especialmente prudentes».
El director general de la patronal presidida por Coca-Cola European Partners, Josep Puxeu, pidió “sensatez” a Pedro Sánchez antes de que conforme un nuevo Ejecutivo. “Que el afán de recaudar no provoque un estropicio”, advirtió. Y remató: «Si la disponibilidad de la renta de los consumidores desciende, el consumo se va a retraer, y eso afectaría también al empleo».
La embotelladora europea, presidida por la española Sol Daurella, ya sufrió el revés en otros países. En la presentación de resultados del tercer trimestre, el consejero delegado de la empresa, Damian Gammell, señaló que el impuesto a las bebidas azucaradas implementado en Francia y el Reino Unido impactaron en sus cuentas. “Las condiciones del mercado se debilitan, particularmente en Francia y el Reino Unido”, lamentó el ejecutivo.
El impuesto a la Coca-Cola ya está vigente en países como el Reino Unido, Francia y Hungría
En el territorio galo la caída trimestral fue del 1,5% hasta unas ventas de 471 millones; mismo porcentaje que en el archipiélago británico, donde la facturación se quedó en 626 millones de euros.
Frente al descenso de los países aliados, España era hasta ahora un fortín para Coca-Cola. Pedro Sánchez –ni ninguno de los otros grandes candidatos políticos– no había puesto sobre la mesa la subida de los impuestos a las bebidas azucaradas y el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya tumbó el pasado mes de julio el tributo que sí existía en la comunidad autónoma «por una tramitación deficiente» a pesar de que sigue aplicándose en la comunidad.
Pero el tono de la patronal cambió en esta ocasión con una entrevista concedida a Efe. La razón: el temor de un posible pacto con Podemos que tratara de imponer el impuesto como ya ocurrió en Cataluña con el conocido impuesto Junqueras.
No sería una novedad. Italia lo estudia, Francia lo aplica desde 2012 y el Reino Unido desde el año pasado . También en Hungría así como en Sudáfrica e incluso algunas ciudades de Estados Unidos como Chicago, San Francisco y Oakland.
Coca-Cola: cada vez menos azúcar
Uno de los motores de crecimiento de Coca-Cola en España es el lanzamiento de nuevos productos y versiones nuevas bajas en azucares de los que ya vendía en el país.
Este tipo de artículos han destacado en el informe de ventas del último año de la compañía estadounidense, que asegura que el mercado español redujo un 17% los azúcares por litro presentes en sus bebidas entre 2018 y 2015. Se trata de una cifra que se ha multiplicado por más de dos respecto al año 2017, en el que la diferencia era del 6,8% de azúcar por litro, respecto a dos años antes.
La empresa estadounidense incrementó el 37% el número de de productos que comercializa en España, pasando de 80 a 110, lo que coloca 280 referencias en el mercado. De ellas, 125 son reformulaciones del producto en una versión baja en calorías o sin azúcar; lo que significa un 22% más que en 2017, según apuntaba el informe.