La CNMC intensifica reuniones con las telecos mientras diseña la regulación post fusión Orange-MásMóvil
El regulador español ha tenido encuentros en las últimas semanas con Telefónica, MásMóvil y Lyntia Networks, actores esenciales de la industria para los próximos años
La Comisión Europea dará su veredicto sobre la fusión entre Orange y MásMóvil en las próximas semanas. Posiblemente antes de que llegué el otoño. Para entonces, y sea cual sea el resultado, el supervisor español de los mercados debe estar preparado para adaptar la regulación en caso de que haya ‘luz verde’ -y mantener la obligación de vigilancia-. Por eso, ha intensificado los contactos con los operadores para tomar el pulso de la situación.
En concreto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha reunido hace unas semanas de forma casi consecutiva con Telefónica, Lyntia Networks y MásMóvil. El objetivo de estas reuniones ha sido múltiple. Por ejemplo, en el caso del operador neutro de fibra, tras los cambios que ha habido en su estructura corporativa, están en fase de ampliación de relaciones institucionales con diversos organismos.
Pero su figura será esencial en el mapa de las telecomunicaciones españolas cuando se apruebe la fusión entre Orange y MásMóvil. Una máxima que desde el sector se da por hecho, aunque falta por conocerse cuáles serán las exigencias por parte de Bruselas.
Por eso, la CNMC quiere estrechar la relación con las principales compañías del sector, sobre todo por el futuro papel que jugará cada uno. En el caso de Lyntia Networks, se trata de un operador con miles de kilómetros de fibra oscura que será esencial para el desarrollo de la competencia, en este caso de los operadores alternativos.
En cuanto a Telefónica, la compañía dirigida en España por Emilio Gayo jugará un papel esencial, también, en el ámbito mayorista. El operador azul tiene toda España cableada con fibra. Eso, ‘de facto’, permite a cualquier operador acceder a la red y, de eso modo, poder hacer negocio. Por lo tanto, es importante para la CNMC abordar con la compañía estas cuestiones.
Una cuestión de competencias
Los movimientos del supervisor de los mercados para tener todo controlado se deben, entre otras cosas, porque lo que dictamine Bruselas necesitará posteriormente un marco regulatorio. En concreto, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, la CNMC se reserva el derecho de llevar actuaciones regulatorias en los años posteriores a la fusión que, en principio, podrían no haber estado previstas por la CE.
Es decir, aunque Bruselas el próximo mes de septiembre, cuando dé a conocer el resultado de su investigación sobre la operación, estime que la unión se puede llevar a cabo sin ningún tipo de ‘remedies’ -o con alguna obligación menor-, el regulador español está capacitado para actuar.
Y es que, en estos momentos, las deliberaciones de la CE no se encaminan tanto hacia cómo está el mercado en estos momentos -o cuestiones de funcionamiento de mercado-, sino a la composición del mismo después de la fusión entre Orange y MásMóvil. Y, lo más importante, si en el sector telecos español se puede dar una competencia efectiva en estos momentos; es decir, que no haya imposibilidad en la entrada de nuevos operadores o trabas para el acceso mayorista.
El papel de la CNMC, por tanto, será esencial al margen de lo que hagan los organismo de competencia de la Comisión Europea (CE). Así lo expresó hace unas semanas la presidenta del regulador, Cani Fernández, en su comparecencia en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso de los Diputados.
La máxima responsable del regulador explicaba que la CNMC tiene el mayor conocimiento del sector de las telecomunicaciones en España. De esta forma, y aunque asumía que efectivamente en España hay una alta competencia tanto a nivel de redes como en los segmentos comerciales, dejaba claro dos cosas: que la fusión puede cambiar por completo el panorama y que, independientemente de que lo haga Bruselas, ellos tendrán que mantener su obligación de supervisión.
Y esta sería la clave. Bruselas puede entender que, en estos momentos, hay características del mercado español que permiten dar ‘luz verde’ a la fusión de Orange y MásMóvil sin mayores imposiciones regulatorias. Sin embargo, la CNMC estará detrás para asegurarse de que eso se cumpla en los próximos tres años, que es el plazo que se fija la CE para entender que pueden surgir nuevos operadores en el mercado.