Clotet y Marroquín se quedan Inoxcrom

El juez García Orejuda adjudica a los actuales administradores la compañía de bolígrafos de Barcelona

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Sebastià Clotet y Juan Marroquín son desde este jueves los nuevos propietarios de Inoxcrom. El titular del juzgado Mercantil 7 de Barcelona, Raúl García Orejuda, ha adjudicado la unidad productiva del fabricante de bolígrafos a la actual administración de la empresa. El magistrado considera en el auto que ha remitido a última hora de la tarde a los implicados, al que ha tenido acceso Economía Digital, que su oferta es más viable que la estrategia propuesta por Inoxgrup SCCL, una cooperativa de trabajadores del grupo.

En la decisión de García Orejuda han pesado tres elementos: el plan de negocio, el mantenimiento de la plantilla y el precio con el que valoran la concursada. Además, el informe de la administración concursal ha sido favorable a Blond Europe SL, la sociedad de Clotet y Marroquín, según informan fuentes judiciales.

Capitalización del paro

La cooperativa de empleados trabajó contra reloj para dar forma a su oferta, ya que decidieron pujar por la compañía en verano. Presentaron su plan en la recta final de la liquidación, que ha durado nueve meses. El principal problema de su iniciativa es que todas las aportaciones económicas estaban supeditadas a la capitalización del paro de toda la cooperativa. Tanto los dos millones de euros que ponían encima de la mesa en el plan de negocio como los 750.000 que destinaban a pagar los créditos pendientes. En cuanto a los empleos, señalaban como objetivo sumar hasta 100 personas a la cooperativa.

Clotet y Marroquín tienen tres millones de euros para Inoxcrom. Harán una ampliación de capital de más de 600.000 euros para controlar la sociedad Inox SA (además de transformar la SL en una SA) y asumen créditos por un valor total de 2,53 millones de euros. También mantienen los empleos de las 64 personas que trabajan en la factoría tras los despidos de julio.

Factoría

Otra de las diferencias que ha pesado en la decisión final del juez es dónde situarán la actividad. Los administradores actuales señalaron en su oferta que sólo quieren arrendar la factoría, situada en el barrio de La Sagrera (Barcelona) hasta que se subaste. Piden a los futuros propietarios seis meses para hacer el traslado a otra nave industrial. La propuesta de la cooperativa era diferente, querían arrendar el inmueble durante tres años.

Precisamente, el próximo paso del plan de liquidación de Inoxcrom es subastar la factoría. La primera puja se celebrará entre finales de octubre o principios de septiembre y el precio de partida será de unos 17 millones de euros, la última tasación del edificio. El importe final por el que se venda se destinará a pagar créditos.

Inoxcrom arrastra un pasivo de 25 millones de euros y 14 millones más de deuda contra la masa. Desde 2004, ha presentado ejercicios con resultados negativos. Unas pérdidas que desde el entorno de Clotet y Marroquín aseguran que esperan atajar rápido tras la racionalización de la estructura de la compañía. En 2006 el fabricante de bolígrafos empleaba a 700 personas, cuatro años después la plantilla llegó a los 329 empleados y ya sólo quedan 64 trabajadores.

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