La economía circular gana peso en la estrategia de las grandes empresas energéticas

Cepsa ha logrado en 2023 incrementar la circularidad de 6.390 toneladas de residuos en el objetivo de la empresa por minimizar, reciclar y valorizar 8.000 toneladas de sus residuos operacionales para 2030. Esta cantidad supone un aumento del 73% con respecto al 2022, año en que la empresa valorizó hasta 3.690 toneladas.

La compañía ha logrado evitar la emisión de más de 3.000 toneladas de CO₂, lo que equivale a los residuos generados durante un año por una población de 12.000 habitantes.

Cepsa, además de incrementar la valorización de aquellos residuos, ha reciclado otros que anteriormente se llevaban a vertedero. Asimismo, mediante sinergias con otras empresas, ha abordado diferentes proyectos para caminar hacia el residuo cero y lograr los objetivos de su estrategia 2030 de transición energética”.

Refuerzo de sus compromisos con la economía circular

Para lograr la consecución de sus objetivos ambientales, Cepsa propone en tres áreas actuación: además de la gestión de residuos, el agua y la biodiversidad. Así, se ha propuesto reducir en un 20% la captación de agua dulce en zonas de estrés hídrico para 2025 (respecto a 2019). En el ámbito de la biodiversidad, los esfuerzos de la compañía se centran en promover acciones que generen un impacto positivo en el entorno de sus futuros proyectos renovables.

Con el objetivo de promover la circularidad, Cepsa sustituirá progresivamente las materias primas fósiles por fuentes renovables y recicladas, aumentando la proporción de éstas últimas en sus Parques Energéticos hasta el 15% para 2030.

Esto supondrá la utilización de 2,8 millones de toneladas de materias primas para 2030, de las cuales el 75% serán de segunda generación (2G) y otros residuos que, de otro modo, serían desechados.

En este sentido, gracias a la apuesta por la innovación de la compañía, Cepsa ha logrado producir fenol circular a partir de plásticos de un solo uso, una prueba pionera en España.

Para 2030, Cepsa aspira a liderar en España y Portugal la producción de biocombustibles de segunda generación, producidos a partir de residuos orgánicos, aceites usados de cocina o desechos agrícolas, entre otros.