Cisma en el Gremio de Fabricantes de Sabadell 

El enfrentamiento de la dirección de la patronal con Foment y los ayuntamientos locales provocan una renovación total de una institución con 450 años de historia

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El Gremio de Fabricantes de Sabadell es una de las patronales más antiguas de España. En sus 450 años de historia ha visto como una actividad que fue el motor económico del Vallés y gran parte de Catalunya quedaba reducida a unas pocas empresas que luchan para mantenerse a flote. Además, en 2010 todas las asociaciones de la industria textil españolas se unieron bajo un mismo paraguas para ser más fuertes: Texfor. Sólo el textil valenciano quedó fuera y por petición propia. Ahora, vive un auténtico cisma interno.

Como los sabadellenses representan el 32% de la nueva patronal española, la sede se encuentra en la localidad vallesana. Concretamente, en uno de los edificios más característicos de la ciudad y que supone la cara más visible del poder que llegó a tener la burguesía local. Banc Sabadell y Caixa Sabadell (ahora Unnim), entre otros, nacieron en sus pasillos grandilocuentes que hoy en día huelen a naftalina. Y es que el textil ha cambiado, aunque no le hayan seguido las formas, usos y costumbres de algunos hijos y nietos de los fabricantes que llegaron a monopolizar toda la actividad de la ciudad.

Antes de empezar vacaciones, la institución terminará una renovación total que también ha arrasado con el equipo directivo. El actual presidente, Josep Casas, anunciará su salida del Gremio en las próximas semanas. Con los estatutos en la mano, hace dos años que se terminó su mandato. Aunque fuentes cercanas al propietario de la factoría Texdam han explicado a Economía Digital que su despedida tiene otros motivos. De hecho, él es el único representante que queda con un cargo relevante de la anterior cúpula de la patronal.

Nueva dirección

Obligados a jugar un papel territorial, los directivos del Gremio tenían dos problemas de base: no se entendían ni con Foment del Treball ni con las administraciones más próximas. Cabe recordar que Casas fue uno de los impulsores de la candidatura alternativa a Juan Rosell, la de Joaquim Boixareu, cuando se postuló para dirigir la patronal catalana. Las relaciones con su sucesor, Joaquim Gay de Montellà, no han mejorado. Tiene silla en la junta, pero más como una muestra de caballerosidad de la gran patronal que por la relación entre ambos actores.

En cuanto a la relación con el Ayuntamiento de Sabadell, la tensión inicial ha ido a menos en los últimos tiempos. Incluso han llegado a colaborar en proyectos estratégicos para el municipio, siempre junto a otras organizaciones empresariales (Pimec, el Centre Metal·lúrgic y la Cambra de Comerç local). Además de Casas, también han tenido protagonismo en este camino de desencuentros con el gobierno socialista del municipio sus dos hombres fuertes en la patronal: el secretario general, Jordi Font, y el tesorero, Lluís Matas.

Ambos fueron despedidos a finales del año pasado por el consejo de gobierno del Gremio, un nuevo órgano de gestión que une la Fundación y los directivos de la patronal y empezó a trabajar en noviembre. Su objetivo es marcar las líneas del proceso de renovación. Font y Matas se oponían a un cambio radical de la institución, sobre todo a hacer movimientos que comprometieran su continuidad. Pero se encontraron con un documento aprobado por los patrones de la fundación del Gremio en septiembre y sus intentos para liderar el proceso fueron en vano.

Actualmente, Font forma parte del equipo de asesores políticos del grupo parlamentario de CiU y Matas se dedica a su empresa, Your Personal Shooper.

Objetivos

La primera modificación que salta a la vista es el cambio de nombre de la secretaría general de la institución, ahora se llama dirección general y la encabeza Lluís Polo. Antiguamente se encargaba del área de internacionalización del Gremio, y entre sus objetivos está el de acercar al centenar de asociados a la patronal. “Algunos no habían venido nunca al Gremio porque pensaban que estaba en manos de las cuatro mismas personas de siempre”, afirma a ED.

En este sentido, entre las mejoras de los servicios se encuentra el ceder gratuitamente las salas nobles del edificio para recibir a clientes y hacer reuniones de trabajo. Esto ha gustado a los empresarios por una cuestión de imagen. También se trabaja en captar el talento universitario para las compañías locales, detectar sus necesidades para realizar formaciones específicas y reforzar su papel de lobby. “Queremos ser unos líderes de opinión en el territorio. Como un Círculo de Economía a la sabadellense, salvando las distancias”, asegura Polo.

Asimismo, por primera vez en la historia se ha contratado a una persona, Rosa Ponts, para que se encargue de gestionar la cartera de CIESC los próximos tres años; la patronal territorial de referencia en Foment. En este organismo agrupa a las dos asociaciones sectoriales de Sabadell: el Gremio y el Centro Metalúrgico. La presidencia es rotatoria y cambia cada cuatro años. Hasta la fecha no tenía definido un papel muy claro, ya que ambas instituciones impulsaban su propia estrategia cuando asumían la dirección. Ahora se quiere unificar acentuando sobre todo el factor servicios: cómo desde el territorio se pueden bajar los costes de producción compartiéndolos.

Sucesor de Casas

En la renovación del Gremio de Fabricantes sólo queda un tema pendiente de resolver: escoger al sucesor de Josep Casas. A pesar de tener varios nombres encima de la mesa, el consejo de gobierno aún no se ha puesto de acuerdo en un candidato.

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