Cirsa exhibe músculo ante sus posibles compradores
La compañía del sector del juego Cirsa logra un beneficio operativo de 427 millones y reduce el golpe de los tipos de cambio
Cirsa saca pecho: ya son 46 trimestres seguidos de crecimiento económico. El último valió para redondear un 2017 en el que elevó el beneficio operativo hasta los 427 millones de euros, el 7,2% más que el año anterior, y lucir su salud ante los fondos de inversión con los que negocia vender parte de su accionariado.
La subida llegó de la mano del crecimiento de la facturación, que alcanzó los 1.716 millones, el 6,4% más que en 2016. Crecieron todas las divisiones: casinos, slots, bingos, salones y la casa de apuestas Sportium. Además, incorporó a su cartera 25 nuevos casinos en Latinoamérica, cinco salones en España y lanzó una nueva máquina para bares y restaurantes.
A pesar de no revelar el beneficio neto del grupo, fuentes de la compañía presidida por Manuel Lao explican haber reducido la factura de los tipos de cambio a 16 millones de euros. Especialmente agresivo fue el recorte en Argentina, donde el euro se devaluó el 15,4% frente al peso, y Panamá, donde la rebaja fue del 3,1%.
En 2016, los tipos de cambio convirtieron un beneficio neto de 30,9 millones de euros en unas pérdidas de 10,7 millones de euros para Nortia Corporation –la matriz que engloba a Cirsa–. Fue también el negocio argentina el principal responsable del recorte.
La venta, sin fecha de caducidad
Inmersa en la búsqueda de socios desde finales de 2017, Cirsa asegura que «no se ha marcado ningún plazo específico» para la salida a bolsa o la venta de parte del accionariado a un fondo de inversión.
Según informaron varios medios en febrero, hasta tres fondos de inversión se encuentran en negociaciones con la compañía catalana por entrar en su accionariado: Blackstone, el favorito, Apollo y Cerberus.