Cementos Molins salva el resultado gracias a Argentina y sus últimas compras
La cementera gana 90 millones de euros hasta setiembre pese a la subida de costes, que ha reducido los márgenes un 5%
La subida de precios ya tiene su efecto en los negocios de Cementos Molins, tanto en sus ventas como en sus costes. La cementera catalana ganó 90 millones de euros hasta el tercer semestre del año, gracias a la inflación, los tipos de cambios y a las adquisiciones realizadas en 2021 que han expandido su mercado.
Según el informe reportado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Cementos Molins ingresó 959 millones de euros en los primeros nueve meses de 2022, un 37% más que en el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, el volumen de cemento vendido en toneladas y en metros cúbicos se mantuvo prácticamente igual que el año anterior.
De hecho, en términos comparables, es decir, sin tener en cuenta los tipos de cambio, la hiperinflación en Argentina y los nuevos mercados; el incremento de la cifra de negocio es del 14%, impulsada por la subida de precios de sus productos. En este sentido, mientras que las ventas en términos Like-for-like en Europa crecieron solo un 5% hasta los 387 millones de euros, en Sudamérica se incrementaron un 42%. La aportación del continente llegó a los 287 millones.
Por otro lado, la compañía presidida por Juan Molins ya empieza a sacarle rédito a las empresas que compró el año pasado y le han permitido expandir su perímetro. Por ejemplo, a finales de 2021 adquirió la empresa de estructuras de hormigón prefabricado Pretersa Prenavisa, propiedad del grupo inversor europeo Kartesia; mientras que en junio completó la compra una instalación de cemento blanco al grupo Cimsa en Alicante.
El EBITDA se estanca por la subida de costes
Estos factores han ayudado a impulsar el negocio en un contexto en que los costes de producción ya empiezan afectar el EBITDA. En los primeros tres trimestres del año, alcanzó los 208 millones de euros, un nivel prácticamente igual que en 2021 por el fuerte impacto negativo de la inflación de costes, mitigado por aumentos de precios y por la contribución positiva de los planes de eficiencia operativa. El margen EBITDA se redujo cinco puntos porcentuales entre ambos periodos hasta situarse en el 21,7%.