Las cocinas fantasma de Glovo y Deliveroo, en su peor momento
Keatz cierra en Alemania, abandona su centro de operaciones en Madrid y pierde la mitad de la plantilla
Keatz, la empresa que se encarga de los restaurantes fantasma que operan con Glovo, Deliveroo, Just Eat y Uber Eats, lucha por evitar el cierre en España. Un año después de llegar al país con el dinero de fondos de inversión españoles, como JME, de José Manuel Entrecanales, la empresa nacida en Alemania que opera con marcas virtuales pasa verdaderos apuros económicos.
El adiós de Keatz del mercado nacional podría producirse y supondría el cese definitivo de sus operaciones. La compañía ya se despidió de Alemania el pasado verano, cuando la compañía inglesa Deliveroo, empresa que suponía prácticamente toda su facturación, salió del país para centrarse en otros mercados más competitivos.
«Desafortunadamente, hemos cerrado nuestras cocinas en Alemania por el momento. Nos gustaría agradecer a todos nuestros clientes que han disfrutado la comida de todos nuestros diferentes restaurantes. Esperamos volver y poder entregar deliciosa comida de nuestros restaurantes», rezaba en alemán el correo electrónico enviado a los clientes de Keatz.
¿Qué sucedió? Con los británicos fuera del mercado alemán, Keatz se quedaba sin socio para operar. «Lieferando, la empresa que rivalizaba con Deliveroo y que ahora tiene el 99% del mercado, no permitía las cocinas fantasma», cuenta uno de los implicados.
Economía Digital publicó la pasada semana que la compañía había emprendido un cambio y apostaba por no abrir nuevos establecimientos, sino aliarse con terceros. A ello se sumaba la salida de sus dos socios en España, Carlos Rodríguez, y Joaquín Mencía, quienes dejaron Keatz en marzo y verano, respectivamente.
La empresa ha sufrido un goteo de salidas de trabajadores durante este año. Llegó a tener 100 empleados en plantilla, pero actualmente son poco más de 40. De todas las salidas, de acuerdo a los datos recopilados, más de la mitad (aproximadamente el 52%) se han producido durante la segunda mitad de este año.
Keatz también ha abandonado su centro de operaciones de Madrid. Desde las oficinas de Glue Work, la empresa de coworking en el centro de la ciudad, situado en la Calle López de Hoyos, informaron a este medio que la empresa ya no ocupaba la cuarta planta del centro, como todavía figura en la web de la compañía.
Keatz llegó a tener 100 empleados. Ahora son menos de la mitad
Antes de la publicación de esta información, este medio ha intentado ponerse en contacto con Keatz, pero ha sido imposible recabar su versión al cierre de este artículo. También ha preguntado a miembros del consejo de administración, como son JME Ventures, de José Manuel Entrecanales, y el fondo KFund, al igual que hizo para la anterior publicación, pero se han negado a contestar.
Las marcas de Keatz desaparecen de Glovo y Deliveroo
Las cocinas fantasma como las de Keatz, también conocidas como dark kitchens, son un nuevo formato en el sector de la restauración que ha crecido durante los últimos años por Europa al calor de las apps de reparto a domicilio.
Son restaurantes que solo trabajan para estas compañías, a través de marcas virtuales que cocinan de manera flexible para poder adaptarse a los cambios de tendencia. La diferencia respecto a un establecimiento tradicional es que su servicio únicamente está en la nube. Es decir, ofrecen la comida de moda, pero nunca encontrarás una silla, una mesa o algún camarero dentro.
Pero ahora la mayoría de esas marcas son imposibles de encontrar en las plataformas de Glovo, Deliveroo, Just Eat y Uber Eats, las cuatro grandes compañías que los restaurantes utilizan para dar salida a su comida a domicilio. Diferentes consultas en las webs y en las apps devuelven errores.
En el caso de Keatz, la compañía opera con varias marcas (GreenGurus, GringoBurritos y MoodyMonkey, entre otros) para cocinar platos especializados en diferentes comidas: burritos, pizzas, hamburguesas, comida salubable, mexicana o japonesa.
«No comentamos la situación de socios ni de partners de Deliveroo», ha asegurado la portavoz oficial de la compañía a la pregunta de que por qué ninguna de las marcas virtuales de Keatz aparecen en la plataforma.
En paralelo a los acuerdos con Keatz, la compañía inglesa ha optado durante este último año por abrir sus propias cocinas fantasma en España. Las llama Editions y arrancaron en octubre de 2018 en Madrid. Son una suerte de coworking que permite a restaurantes tener un local para enviar comida a domicilio en un barrio diferente al que habitualmente operan.
Es una fórmula en la que todos ganan: Deliveroo suma cuota de mercado porque se asegura que esa demanda la canaliza desde su plataforma y los restaurantes se aprovechan porque pueden crecer sin llevar a cabo una inversión en logística.
Un año de operaciones de Keatz
Keatz aterrizó durante el pasado año en España gracias a una inyección de fondos de inversión europeos que ascendió a 6 millones de euros. Entre los inversores, además de los españoles, estaban Project A, Atlantic Labs y Ustart.
Esta inyección de dinero no fue la última. El pasado mes de marzo, hace solo ocho meses, Keatz recibió otros 12 millones de los accionistas actuales y de uno nuevo: el fondo ruso RTP, que tiene mucha experiencia en el food delivery al ser inversores también de la alemana DeliveryHero, accionista de Glovo.
El objetivo de Keatz tras su llegada al mercado nacional era sumar a sus entonces tres restaurantes virtuales de Berlín, ciudad en la que nació Keatz, nuevas aperturas en Barcelona Madrid. Sus planes también pasaban por abrir cocinas en más puntos de Europa (Lisboa, Milán, Fráncfort, Múnich, Ámsterdam y París) hasta llegar a las 20 ciudades en este 2019.