China dobla las ventas de coches eléctricos y supera Europa como el mercado más electrificado
El 19,3% de los vehículos nuevos matriculados este año en el gigante asiático son eléctricos, rozando el objetivo que se marcó Pekín para 2025
China ha acelerado su apuesta por la movilidad eléctrica. El gigante asiático ha disparado las matriculaciones de coches eléctricos de batería (BEV) en lo que va de año, superando Europa como el marcado más electrificado, donde las ventas de eléctricos siguen creciendo, pero a un ritmo menos pronunciado.
Según datos de Acea, la patronal europea de los fabricantes de vehículos, las ventas de BEV en China aumentaron un 89,4% entre enero y setiembre de este año comparado con el mismo periodo de 2021, hasta rozar los 3 millones de vehículos nuevos. Esta cifra representa el 19,3% de todas las nuevas matriculaciones hechas en 2022 en el país asiático.
En 2020, el gobierno chino se marcó como objetivo que los eléctricos significaran el 20% de las nuevas ventas en 2025. Esto quiere decir que está a punto de conseguir esta meta dos años antes, mientras Europa sufre para cumplir los objetivos ambientales.
El acelerón de China ha dejado a Europa en segunda posición en la carrera hacia la electrificación. A lo largo de este año, se han matriculado 1 millón de BEV en los países que conforman la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio, además del Reino Unido, un 26% más que en 2021. Sin embargo, este crecimiento más pausado ha provocado que el porcentaje de los eléctricos respecto a las nuevas matriculaciones sea del 14,1%. China y Europa partían el año casi empatados alrededor del 11%.
Incentivos del gobierno chino
La asociación empresarial atribuye las buenas cifras registradas en la fábrica asiática a los incentivos gubernamentales destinados a impulsar las ventas tras el impacto de los cierres de las plantas en abril y mayo. Se trata de un ambicioso programa de ayudas que ha permitido a los usuarios acceder a precios más competitivos, incluyendo descuentos desde el concesionario. Además, Pekín ha impuesto unas cuotas de ventas de coches eléctricos que obliga a los fabricantes a producir una determinada cantidad de BEVs, logrando créditos de emisiones por cada unidad.
Pese a este cambio de paradigma, Acea confía en que Europa vuelva a tomar la delantera al resto de regiones del mundo. La patronal espera que la cuota de coches eléctricos de batería alcance casi el 30% del mercado europeo en 2025 y llegue al 70% en 2030. No espera superar a China otra vez hasta 2025, cuando su crecimiento se ralentizaría hasta un 60% en 2030.
Para conseguirlo esta cifra, el reto es el mismo tanto para España como para el resto de Europa: invertir en infraestructuras y acelerar el despliegue de puntos de recarga. Hasta la fecha, casi el 50% de todos los puntos de recarga para eléctricos en el continente se concentran en solo dos países, Países Bajos, con 90.000, y Alemania, con 60.000. Representan menos del 10% de toda la superficie de la UE.
En paralelo, la misma patronal, sumando a la de los proveedores automovilísticos (CLEPA) y la de los distribuidores y talleres (Cecra); alerta que las empresas europeas podrirán entrar en una crisis de competitividad por la inflación. La subida de costes de producción está “socavando la rentabilidad” y poniendo en riesgo “las inversiones y la propia supervivencia de del ecosistema de la automoción”, según estas entidades. Añaden que la industria no puede absorber unos costes tan elevados a largo plazo, sobre todo ante la competencia de otros grandes mercados, incluyendo China.
Se disparan las importaciones
En este sentido, los coches asiáticos ya están empezando a ganar terreno en las carreteras europeas, pero no por los costes energéticos, sino por la crisis de los microchips. Las importaciones desde China han pasado de ser residuales antes del Covid, con niveles de 864 millones de euros en 2019, a elevarse hasta los 6.195 millones en 2021. En términos porcentuales, el mercado de los coches fabricados en China y vendidos en Europa ha subido de una cuota pequeña de facturación (1,2% en 2019) a superar el 10,2% en 2021 por su mayor acceso a los semiconductores.
La principal parte del incremento se produce vía las fábricas de las coreanas Hyundai y Kia y la japonesa Toyota en territorio chino, que ya se han convertido en las tres marcas que más venden en España. Por otro lado, también empiezan a aparecer nuevas marcas chinas que comercializan en Europa.
Teniendo en cuenta solo los modelos eléctricos, ya se pueden encontrar en España modelos de compañías como Aiways, BYD, quien más vende en su país natal; DSFK y Maxus. Recientemente, Lynk & Co desembarcó en Barcelona. Es una segunda marca de Volvo que usa su fábrica, sus plataformas y sus motores, pero su sistema comercial es completamente diferente: ofrece el alquiler a corto, medio y largo plazo como alternativa a la compra.