Los vicepresidentes de CEOE apoyan la extensión de mandatos de Garamendi a la espera de Cepyme y Foment
Solo la madrileña CEIM deja en espera su aval al presidente de CEOE aunque Garrido se muestra favorable, mientras que Cuerva y Sánchez Llibre no se han manifestado
Antonio Garamendi está un paso más cerca de lograr su objetivo hasta ayer oculto de este mandato en la presidencia de CEOE: tener opción a un tercero. La cúpula de la patronal le ha vuelto a apoyar y, pese a las críticas fuera de micro y algunas ausencias, la reunión de este jueves con sus vicepresidentes fue como la seda: todos le apoyan e incluso Miguel Garrido, que tiene que someter a los órganos internos de CEIM si avala el cambio en los estatutos de CEOE, apostó por ello.
Ninguno de los vicepresidentes de la patronal que acudieron a la llamada de Garamendi se opuso al cambio en los estatutos para levantar el límite de dos mandatos del presidente, según informaron a Economía Digital fuentes de varias organizaciones. No estaban todos, faltaban dos de los más críticos, Gerardo Cuerva y Josep Sánchez Llibre, pero, a la espera de lo que digan los presidentes de Cepyme y Foment del Treball, el respaldo a Garamendi es total.
Una de las fuentes consultadas habló de consenso y recalcó que Garrido lo someterá a la junta directiva de CEIM por la petición de parte de la cúpula de los empresarios madrileños, pero que en la reunión de este jueves por la tarde aseguró estar de acuerdo con permitir un tercer mandato. Otra admitía que podía haber a quien no le sentara bien, en referencia a los críticos ausentes de la reunión, pero se mostraba seguro que la junta de CEOE lo aprobará sin problemas.
Sobre las ausencias, hay muchas especulaciones, porque se trata precisamente de los dos vicepresidentes que más críticos se han mostrado con Garamendi, hasta el punto que Foment aupó a una de sus vicepresidentas, Virginia Guinda, a presentarse contra el presidente de CEOE en las elecciones de noviembre de 2022. Ninguna de las dos organizaciones quisieron hacer valoraciones y, de hecho, en CEOE excusaron sus ausencias.
Fuentes empresariales señalaron que tanto Gerardo Cuerva como Josep Sánchez Llibre tenían motivos de peso para no acudir a la reunión, convocada con poco tiempo. El primero estaba en su tierra, donde se celebraba el día de Corpus Christi, un día sagrado en Granada. El segundo tenía un acto de Àngel Simón, presidente de Agbar, en Barcelona este jueves por la tarde. Eventos inamovibles y de los que no podían ausentarse, valoraron.
De momento, desde las organizaciones mantienen el silencio, al menos, hasta que lo voten internamente. Sánchez Llibre reunirá a la junta de Foment el próximo lunes, de forma ordinaria, y allí prevé someter el apoyo o rechazo de la mayor patronal de CEOE a ampliar el número de mandatos. Cepyme también debatirá la medida.
Los juegos de Garamendi con la limitación de mandatos
La extensión de mandatos de CEOE ha sido, junto con el sueldo de Garamendi, uno de los elefantes en la habitación de la patronal. Ambos asuntos fueron destapados por Economía Digital y negados por el directivo vasco, dicho sea de paso. Preocupaban e indignaban a algunos empresarios, pero eran tabú. Tras las elecciones, han ido viendo la luz: en enero, con la regularización -y subida- del sueldo, y ahora, la extensión de mandatos.
En declaraciones a El Mundo, este jueves Garamendi se desmentía a sí mismo, pues en noviembre dijo en algunas entrevistas que no tenía intención de cambiar los estatutos para permitir tres mandatos en vez de dos. El argumento que daba era que se lo pedían algunas organizaciones, para poder seguir los pasos de CEOE. Pero no hay ninguna ley que prohíba a una patronal sectorial o territorial regular de forma distinta los mandatos.
Se da la circunstancia de que el límite de mandatos lo puso Joan Rosell, predecesor de Garamendi en la presidencia de CEOE, para evitar que un directivo se perpetuase en el poder, pero fue el propio Garamendi, entonces presidente de Cepyme y mayor detractor de Rosell, quien le presionó para que cambiara los estatutos y limitara las presidencias a 8 años, por temor a que el catalán volviera a presentarse y no le dejara paso. Ahora que es él quien preside CEOE y acaba de arrancar el segundo mandato, sus prioridades han cambiado.