Cellnex pierde 35 millones por las provisiones del ERE

Cellnex perdió 35 millones de euros en el primer trimestre de 2018, frente a los 11 millones de beneficios conseguidos en el mismo periodo del año anterior, tras provisionar 55 millones correspondientes al plan voluntario de prejubilaciones y bajas incentivadas en Tradia y Retevisión pactado en marzo.

El resultado neto comparable de la empresa de telecomunicaciones fue de 11 millones de euros, en línea con el del mismo periodo de 2017 y absorbiendo el efecto de las mayores amortizaciones, y los costes financieros, que crecieron el 51%. Durante los tres primeros meses del año, la empresa ingresó 217 millones de euros, el 15% más, y el ebitda ajustado alcanzó los 101 millones, con un crecimiento del 20%.

El presidente y consejero delegado de Cellnex, Tobías Martínez, ha destacado los crecimientos de dos dígitos en ingresos, ebitda y flujo de caja, en los que se incluye el impacto positivo de la integración de nuevos activos de Bouygues en Francia, de Sunrise en Suiza y de Alticom en Holanda.

Crecen los ingresos de las infraestructuras para telecos

Los servicios de infraestructuras para operadores de telecomunicaciones móviles aportaron el 64% de los ingresos, con 139 millones de euros, el 28% más con respecto a marzo de 2017. Por otro lado, las infraestructuras de difusión aportaron el 27% de los ingresos con 58 millones. Por último, las redes de seguridad y emergencia y soluciones para la gestión inteligente de infraestructuras urbanas representaron el 9% de los ingresos, 19 millones.

Casi la mitad de los ingresos de Cellnex se generan fuera de España

A cierre del trimestre, el 47% de los ingresos y el 50% del ebitda se generan fuera del mercado español, siendo Italia el segundo mercado más importante, con un 29 % de los ingresos. Las inversiones operativasfueron de 37 millones de euros, destinadas en su mayoría al mantenimiento de la capacidad instalada y a inversiones vinculadas a generación de nuevos ingresos y mejoras en la eficiencia.

Cellnex, que cerró el primer trimestre del año con una deuda neta de 2.281 millones de euros, frente a los 2.237 millones a cierre de 2017, ha convocado el 31 de mayo su junta general de accionistas que, por primera vez, se celebrará en Madrid tras el traslado de sede por la situación política en Barcelona. Esta junta aprobará el nombramiento de Anne Bouverot y María Luisa Guijarro como nuevas consejeras de la compañía en calidad de independientes.