Cellnex instalará la red privada de 5G en la fábrica Nissan de Barcelona
La compañía que dirige Tobías Martínez opta a parte de los 305 millones del PERTE que han pedido las empresas del hub de la descarbonización
Cellnex apareció este jueves por sorpresa en la lista de empresas que han pedido más de 305 millones de euros del PERTE del vehículo eléctrico conectado para la reindustrialización de la fábrica Nissan de la Zona Franca de Barcelona. Pero la cotizada que dirige Tobías Martínez no realizará ninguna actividad directamente relacionada con el coche ni está asociada al hub de la descarbonización y sus empresas, lideradas por QEV.
La compañía de infraestructuras de telecomunicaciones se encargará de instalar y gestionar la red privada de 5G en la fábrica, para que sea lo que se llama una “industria 4.0” y tanto la producción como la logística, y toda actividad que se instale, puedan aprovechar la alta velocidad del 5G y usar las últimas tecnologías.
Fuentes del grupo participado por la familia Benetton y La Caixa, así como por grandes fondos de inversión, explicaron que se trata de un proyecto no vinculado directamente al hub, pese a que éste la incluyó en la lista de empresas con las que ha pedido el PERTE porque consideró que solicitarlo de manera conjunta era más compatible con los principios de estas ayudas, pues no dará servicio solo a QEV y al resto de empresas del hub, si terminan instalándose en la fábrica, sino a todas, también a las logísticas, así como a las que se puedan sumar.
Es un proyecto similar al que han realizado en la empresa química Basf, en Tarragona, recalcaron. No obstante, explicaron que depende en buena medida de que reciban la parte del PERTE que les corresponde para instalar el 5G, que cubre solo un porcentaje de la inversión total.
La antigua Nissan Zona Franca será una industria 4.0
El trabajo de Cellnex es dotar a la fábrica con el 5G para que sea 4.0. Pero, ¿qué es una industria 4.0? Por ejemplo, las de robótica, o las que funcionan con maquinaria dirigida en remoto, que necesitan una velocidad muy alta, que prácticamente elimine la latencia, es decir, el tiempo de espera entre la orden y la ejecución, o la pregunta y la respuesta.
Por ejemplo, el coche autónomo requiere de 5G, porque su latencia tiene que ser mínima. El tiempo que pasa desde que el semáforo da la información al vehículo de que está rojo, el vehículo la procesa, da la orden de frenado y termina parando debe ser igual o inferior a que si condujera un humano.
En una fábrica, es útil para ser más eficientes en los procesos de producción, para el mejor funcionamiento de la robótica, para los sistemas de identificación y guiado de los coches por dentro de la planta, para la geolocalización de componentes o incluso operarios, para realizar mantenimiento con realidad aumentada, etc. En la logística, permite el funcionamiento de las máquinas que almacenan, localizan y mueven material.
El proyecto para ocupar la antigua fábrica de Nissan en Barcelona está pendiente del concurso público que la mesa de reindustrialización, de la que forman parte el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, el Gobierno, la Generalitat, los sindicatos y la propia automovilística nipona, está ultimando. Se ha retrasado por varios motivos, pero se prevé que se pueda lanzar a finales de mayo.
Si se siguen los timings legales sin contratiempos, es decir si no hay impugnaciones o errores en el concurso, se adjudicaría a finales de julio. Para pleno verano, pues, se espera que las empresas del hub, como QEV, y el operador logístico que se lo adjudique, puedan ocupar la planta y empezar a adaptarla para sus necesidades.