CCOO en Yamaha arremete contra la dirección de la compañía
El portavoz del sindicato, Óscar Rivera, asegura que los argumentos para el cierre son infundados y que nunca les han sido comunicados a los trabajadores
Los representantes de los sindicatos en Yamaha están en pie de guerra. Tras las últimas informaciones que aseguran que no hay marcha atrás en el cierre de la factoría de Palau-solità i Plegamans, el portavoz de CCOO en la fábrica, Óscar Rivera, se ha enrocado en mantener “la voluntad de trabajar única y exclusivamente por el mantenimiento de la actividad productiva y los puestos de trabajo en la compañía”. También asegura en declaraciones a Economía Digital, que todos los argumentos que se han usado en este sentido son “intoxicaciones por parte de gabinetes profesionalizados para aumentar las listas del paro en este país”.
El sindicalista ha explicado que, “en los últimos años, el comité de empresa no ha mantenido ningún conflicto con la dirección”. Es más, habla de muy buena sintonía con el equipo que encabezaba Yamaha en Palau-solità, “incluso con detalles como churros con chocolate alguna mañana o libro para todos los empleados y rosa para las chicas en el día de Sant Jordi”. Un buen entendimiento que se enturbió con la marcha de Jorge Lasheras de la empresa en diciembre.
Asimismo, comentan: “Ninguna de las informaciones que se han filtrado a la prensa nos han sido proporcionadas, ni verbalmente ni por escrito, por parte de la empresa”. De hecho, de la actual cúpula directiva sólo tienen el estudio técnico que les entregaron como punto de partida para negociar el cierre. Un documento que tacha de “autentico desastre” y que afirma que “ha sido generado de manera interesada e irreal buscando, suponemos, justificaciones para convencer a la Administración obviando incluso la realidad”.
La Generalitat, defensora
Con todo, desde CCOO esperan que el departamento liderado por el conseller Francesc Xavier Mena impida la marcha de Yamaha. “Depositamos toda la confianza en los compromisos que la Generalitat ha adquirido con los trabajadores de Yamaha Motor España”.
En este sentido, el sindicalista carga con el bufete encargado de gestionar el cierre de la fábrica de Palau-solità, Baker & McKenzie. En primer lugar; se alinean con las críticas a la secretaria de Ocupación, Esther Sánchez, por su anterior relación laboral con el despacho internacional. De hecho, ICV-EUiA ha pedido de nuevo a Sánchez que se inhiba de participar o valorar algún aspecto del cierre, una petición que ya habían realizado PSC y ERC.
Rivera también ha cuestionado la presencia de Eri Nemoto en el encuentro que la dirección de Yamaha tuvo en el departamento de Empresa i Ocupació. “Nos parece muy peligroso que no solo las empresas se sienten con la Administración antes de presentar los expedientes”, dice, “además lo hacen con los gabinetes que los asesoran de forma que el condicionamiento hacia la Administración es aún mayor”.