Diez exdelegados de CCOO en El Corte Inglés llevan a juicio al sindicato
Comisiones Obreras disolvió su sección sindical de los grandes almacenes en Madrid unilateralmente después de que sus miembros denunciaran acoso por parte de un líder de la organización
Los sindicatos de El Corte Inglés no suelen armar mucho ruido, pero cuando lo hacen, resuena en todos los centros del gigante español de los grandes almacenes. Este martes 19 de julio tiene lugar en Madrid un juicio que es más una guerra civil de CCOO, puesto que es la antigua sección sindical la que ha conseguido llevar al sindicato que lidera Unai Sordo ante el juez.
Diez exdelegados y exmiembros del comité de empresa de CCOO en El Corte Inglés en Madrid demandaron a la Federación de Servicios del sindicato en la capital y a nivel estatal, además de a los integrantes de una gestora que el sindicato nombró para reestructurar su comité de empresa en la compañía, por vulneración del derecho fundamental de libertad sindical.
Los demandantes aseguran que Comisiones Obreras disolvió la sección sindical y el comité de empresa en Madrid de forma unilateral, sin que se cumplieran las condiciones para hacerlo, después de que denunciaran acoso por parte del nuevo hombre fuerte designado por el sindicato para controlar la sección sindical en El Corte Inglés. El juicio es este martes al mediodía en el juzgado de lo social 41 de la capital española.
Los orígenes de la guerra de CCOO en El Corte Inglés
Los hechos objeto de la demanda, a la que ha tenido acceso Economía Digital, ocurrieron el 1 de febrero de este año, pero el conflicto se remonta a dos años atrás, según explica el escrito de la acusación. En enero de 2020 se disolvió la ejecutiva estatal de la sección sindical de CCOO en El Corte Inglés y se nombró una gestora para pilotar la transición.
Entonces apareció en escena uno de los personajes clave en este conflicto: Salvador Tejedor, antiguo secretario general de la federación financiera del sindicato en Madrid. CCOO le nombra miembro de la gestora de El Corte Inglés y le convierte en su hombre fuerte ahí. Su nombre irá apareciendo de forma reiterada.
En noviembre de 2020, la organización que dirige Unai Sordo formó la nueva comisión ejecutiva de la sección sindical. Pero la paz solo dura unos meses: en mayo de 2021, el secretario general de dicha sección sindical denuncia que sufre acoso por parte de Tejedor y termina dimitiendo.
En julio de 2021 se conforma una segunda gestora y Tejedor, en vez de ser reprendido, es designado interlocutor, por lo que su papel de hombre fuerte queda ya oficializado. Pero lo que más sorprende es que de los cinco miembros de la gestora de la sección sindical, solo uno es empleado de El Corte Inglés; el resto, proviene de la Federación de Servicios de CCOO.
Los conflictos siguen y, de hecho, en noviembre de ese mismo año se inicia la disputa que termina dando lugar a la demanda que se juzgará esta semana. Hasta ese momento, las pugnas afectaban a la sección sindical estatal, pero a finales de 2021, la sección sindical en Madrid, es decir, los demandantes, piden amparo a la Federación de Servicios de CCOO –ahora demandada– por un supuesto acoso por parte de Tejedor.
Esta vez, el sindicato le amonesta verbalmente, pero sigue haciendo y deshaciendo hasta que, a finales de enero de 2022, la gestora acuerda disolver la sección sindical de CCOO en Madrid, lo que es objeto de la demanda. Solo se opone un miembro de la gestora, la única persona de dicho organismo que era empleada de El Corte Inglés en la capital española.
No satisfecha con ello, a mediados de febrero la Federación de Servicios de CCOO abre expediente disciplinario contra los miembros de la sección sindical por denunciar internamente acoso por parte de Tejedor. El proceso sancionador termina con la suspensión de los derechos de afiliación de estas diez personas durante dos años. En abril, se les comunica su cese como delegados también de la sección sindical estatal.
Los demandantes piden la nulidad de su cese
Tras este culebrón, los diez exdelegados y exmiembros del comité de empresa demandaron para que se declare nulo su cese y recuperar sus puestos, “al suponer una vulneración del derecho fundamental a la libertad sindical”, y reclaman también una compensación económica por el daño moral y la pérdida de garantías y derechos de afiliados.
Los argumentos son que ni la Federación de Servicios ni la gestora eran competentes para cesarles, y además sus miembros no eran empleados de El Corte Inglés en Madrid. Tampoco hay un expediente disciplinario que lo justifique, ni se ha celebrado un congreso extraordinario en el que los expulsados tuvieran voz y voto.
Economía Digital contactó con CCOO y con su Federación de Servicios para obtener su versión de los hechos, pero el sindicato evitó responder. También una de las personas que formaban la gestora y que es demandada personalmente rechazó responder alegando encontrarse de vacaciones. El Corte Inglés no hizo comentarios.