No figura en el orden del día de la convocatoria, pero el presidente de CatalunyaCaixa, Fernando Casado, aprovechará la reunión del consejo de administración de la caja de ahorros que se reúne hoy para anunciar al resto de consejeros su retirada del cargo por las desavenencias salariales que se han producido. Casado, que podría esperar a la convocatoria de la asamblea general para formalizar su decisión, está ultimando un proyecto profesional que le llevará a Madrid.
El todavía presidente de la caja de ahorros fue un candidato consensuado entre las mayorías socialistas y convergentes de las diputaciones provinciales de Barcelona y Tarragona, ambas entidades fundadoras y con gran peso específico en la asamblea de la institución de ahorros.
Casado, según diversas fuentes, habría negociado una retribución de unos 800.000 euros anuales para incorporarse a la presidencia procedente del Instituto de la Empresa Familiar, donde ejercía la dirección general. El rechazo de consejeros procedentes del ámbito sindical y de la representación de los ayuntamientos frenó que se fijara esa retribución. En consecuencia, el salario del presidente quedó situado en unos 200.000 euros al año, lo que incumplía los pactos establecidos por Casado con los políticos que negociaron su incorporación.
A la vista de lo acontecido, el alto directivo ha iniciado una alternativa profesional que será presentada en breve y que se orienta a su especialidad de los últimos años: el lobby. Su nuevo empleo tendrá sede en Madrid y alto nivel institucional, según ha podido saber esta publicación.
Como posible sustituto, aunque sea a título provisional, se habla de Manel Rosell, actual vicepresidente primero de la institución de ahorros.