Indignación con Torrent en Cataluña: publica un libro de política industrial mientras el sector pierde fuelle

Corre en el mundo empresarial catalán el chascarrillo de que el consejero de Empresa ha escrito “un libro de autoayuda”, pues llama la atención que saque un manual de lo que debería hacer y no hace

Roger Torrent, consejero de Empresa. Imagen: Cercle d’Economia

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Hace días que corre como la pólvora entre el mundo económico y empresarial catalán un chascarrillo referente a Roger Torrent. Al descontento que existe respecto a su gestión al frente de la Consejería de Empresa se suma cierta indignación porque ha dedicado los últimos meses a escribir un libro. Pero no es un libro cualquiera: varias fuentes lo han denominado “libro de autoayuda”, con sorna, porque aunque no pertenece realmente a dicho género, parece escrito como un manual para sí mismo, para servirle de guía para hacer lo que no hace. 

El libro se titula Del vapor al núvol. Un relat per a la reindustrialització de Catalunya (Pòrtic Edicions, 2023). Traducido: «Del vapor a la nube. Un relato para la reindustrialización de Cataluña». Más allá del chascarrillo, la indignación se basa en el hecho de que el consejero de Empresa haya escrito un ensayo sobre qué hay que hacer en política industrial como si fuera un catedrático o un economista, como si hacer dicha política no formara parte de sus atribuciones como servidor público. 

La sinopsis del libro publicada por la editorial deja claro de qué trata: “Estamos en un momento de cruce que aglutina todas las oportunidades, pero también todos los peligros. En este entorno cambiante, es necesario decidir cuál es la apuesta de futuro para el bienestar y la prosperidad. Según Roger Torrent, en Cataluña ese camino pasa por la industria”. 

“Del vapor a la nube hace una propuesta clara por reindustrializar al país. A favor de una industria del siglo XXI: digital, verde, cohesionadora y que actúe como vector de tracción económica, tecnológica y social. Éste es un relato que repasa nuestra historia industrial, analiza el presente globalizado y mira hacia el futuro con propuestas concretas”. 

Fuentes empresariales lamentan que Roger Torrent se dedique a escribir un «libro de autoayuda» en vez de hacer política industrial

Hace unos días, una fuente empresarial nos comentó: “¿Sabes que Torrent ha sacado un libro de autoayuda?”. Sonó extraño y, en medio de un diálogo sobre otros asuntos, no le dimos mayor importancia. Pero esta semana, otra persona, del ámbito económico-académico, lamentó, en una conversación informal con Economía Digital, que el conseller, en vez de política industrial, estaba “escribiendo un libro de autoayuda”, lo que ya nos encendió las alarmas. 

Desde entonces, otras fuentes lo han comentado, y todas se preguntan lo mismo: ¿Cómo puede ser que esté escribiendo propuestas en vez de llevarlas a la práctica? ¿A quién hace las propuestas? ¿Las propuestas no deben elaborarlas los sectores y actores económicos catalanes y presentárselas al consejero del ramo, ni más ni menos que el mismo Torrent? 

Lo que indigna es que Cataluña no va bien en política industrial. Si hubiera escrito el libro pero la gestión fuera positiva, como una autobiografía, o incluso por hacer caja tras su anterior libro, bastante exitoso, sobre Pegasus, pero con un buen trabajo detrás, todavía. Pero la sensación en el empresariado es que no está a la altura. Y los resultados lo corroboran.  

La industria catalana vive horas bajas

Cataluña, región industrial por antonomasia y tradicionalmente, un motor de España, perdió la carrera por la fábrica de baterías de Volkswagen en las semifinales. Y eso que tiene la mayor fábrica del grupo alemán en España, la Seat de Martorell, y el presidente de Seat lidera también de la patronal de fabricantes. Para la fábrica de Tesla, directamente no ha estado en la quiniela, algo impensable hace unos años. Por no hablar de la industria de las renovables –ya que Torrent habla de industria verde–, que la falta de proyectos de las últimas décadas ha devastado.  

Los datos de los últimos meses también son muy indicativos de que la política industrial del Govern de Pere Aragonès no está dando frutos. El último dato de producción industrial del INE, referente a abril de 2023, refleja una caída del 0,8% respecto a marzo y del 6,5% en el último año, el dato realmente preocupante. Hay una parte de esta caída que puede imputarse a la inflación, que ha frenado la demanda, pero si lo cierto es que Cataluña se sitúa entre las peores CCAA, por debajo de Madrid, la Comunitat Valenciana, País Vasco, Galicia y Andalucía. 

De hecho, la progresión es peor que la media española, donde el índice de producción industrial (IPI) cae un 4% en el último año pero que ya mejora respecto a marzo. Esta tendencia del que fuera motor industrial español no es nueva y se viene observando en el último año y medio: con algún mes puntual como excepción, la evolución del IPI catalán está siendo peor que la media nacional desde septiembre de 2021, según datos comparativos del Idescat, la oficina de estadística de la Generalitat de Catalunya. 

Xavier Alegret

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