Cataluña insinúa que las empresas que se marcharon tras el 1-O no vuelven porque no quieren
Natàlia Mas defiende que la comunidad está en cifras récord de inversión internacional: "Si no es un problema para estas empresas, no debería serlo para las que decidieron cambiar su domicilio"
La Generalitat asegura que no hay inconvenientes para que las grandes empresas que cambiaron su sede antes o después del referéndum del 1 de octubre vuelvan a Cataluña. Natàlia Mas, la consellera catalana de Economía, indica que, con datos récord de inversión extrajera, su «estrategia política» no «debería de ser un problema» para las compañías que cambiaron su domicilio social en 2017, entra las que se encuentran Caixabank, Naturgy o Abertis.
Mas ha asegurado durante su intervención en las jornadas del Cercle d’Economía que la Generalitat tiene un «lenguaje y estrategia política» que «es clara» y solo pasa por «la democracia», después de ser preguntada por los socios de la entidad sobre qué puede hacer la comunidad para recuperar estas empresas. A su parecer, sus políticas no resultan un problema para los inversores extranjeros, por lo que «no debería de serlo» para las empresas españolas que se fueron a otros puntos del país durante el auge del procés.
Mas dice que hay más movimientos en Madrid
La consellera de Esquerra Republicana reconoce que fueron unos movimientos «que sucedieron» en su debido momento, pero que tienen «un menor impacto de lo que siempre ha parecido«, dado que no afectaron a las actividades de estas compañías. Según la dirigente catalana, desde 2017 hasta la actualidad ha habido más movimientos de empresas de Madrid a otras comunidades que de Cataluña al resto de regiones.
Concretamente, según ha dicho frente a los empresarios catalanes, en este período 2.900 empresas madrileñas cambiaron su sede, mientras que 2.700 compañías se fueron de Cataluña. «Son movimientos que suceden habitualmente», ha defendido.
Durante su discurso en el Cercle, Mas ha reiterado que Cataluña apuesta por sectores de la nueva economía, como los semiconductores, la tecnología cuántica o la bioingeniería. Concretamente, ha mencionado tres proyectos concretos: la instalación de un centro de preproducción de chips, un centro de terapias avanzadas, con medicamentos basados en células, y la apuesta por la industria de la alimentación vegetal, con una inversión en el Port de Barclona y en una plana de ensayos científicos.