Cataluña lidera el cierre de oficinas bancarias en España: más del 50% en 5 años
Cataluña ha pasado de 4.843 a 2.363 sucursales, especialmente afectada por los cierres de Caixabank, BBVA y Sabadell. Madrid es la segunda comunidad con más cierres
Cataluña ha sido la región más afectada por los cierres de oficinas bancarias durante los últimos seis años. Entre 2015 y 2021, la red de sucursales se ha reducido en un 51% pasando de 4.843 a 2.363. BBVA, Caixabank y Banc Sabadell son los que más cierres han efectuado, principalmente por las fusiones y absorciones de otras entidades.
De hecho, en este mismo periodo la Comunidad ha pasado de contar con 94 entidades (entre bancos y cajas de ahorro) a solo 21, lo que supone una reducción del 70%. Así lo refleja un informe sobre el sector financiero presentado este martes por CCOO, donde se especifica que de los más de 2.480 cierres, el 70% han sido en Barcelona, en concreto, 1.757.
Además de otros 285 en Tarragona, 257 en Girona y 186 en Lleida. La principal consecuencia de estos cierres es que se ha incrementado de manera importante la carga de trabajo para las plantillas del sector, apunta el sindicato. Y de nuevo, Cataluña está siendo la más afectada. Así, si en 2015 había 1.550 habitantes por oficina, ahora son 3.285.
Las siguientes regiones donde más oficinas se han cerrado son Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla y León. Cada una tiene ahora un 41% menos de sucursales de las que tenían en 2015. Han bajado la persiana más de 1.600 en la capital, unas 1.300 en el Levante y algo menos de 1.000 en Castilla y León. A nivel España, la red de sucursales ha pasado de 31.273 a 19.338 a cierre de 2021, lo que supone una reducción de 38%.
El informe también pone de relieve que actualmente hay 4.500 municipios (el 3,5% población) sin ninguna sucursal bancaria, lo que significa que se ha incrementado el riesgo de exclusión financiera en las zonas rurales de la España vacía, pero también empieza a sentirse en las grandes ciudades.
Esta reducción en la capacidad instalada ha provocado un importante incremento de la carga de atención para las plantillas del sector, que midiendo el ratio de población por oficina bancaria, en el periodo 2015-2021 ha pasado de 1.491 personas a 2.450, con especial aumento en Cataluña, Madrid, Aragón, Extremadura y Castilla La Mancha.
La banca pierde 125.000 trabajadores desde la crisis financiera
Desde 2008, cuando empezó la crisis financiera global, se han perdido más de 125.000 puestos de trabajo en la banca, las
salidas reales se cifran por encima de las 140.000 y las contrataciones en este tiempo han rondado las 25.000. El año 2021 ha traído los procesos de regulación de empleo más intensos de la historia del sector.
Solo el pasado ejercicio se produjeron más de 18.000 salidas por los ERE. En concreto,3.572 en el Banco Santander, 6.452 en Caixabank, otros 2.935 en BBVA, más de 34.00 en Banc Sabadell y unos 1.500 en Unicaja. Estas salidas se han producido de forma voluntaria después de que las plantillas se movilizaran en las calles y realizaran huelgas históricas.
Con todo, actualmente hay 160.000 personas trabajando en la banca, una cifra inferior a la que había en 1974, a finales de franquismo, y esto «es un riesgo y una merma en la capacidad de atención a la clientela», indican desde CCOO. Desde 2008, Caixabank ha absorbido a una veintena de entidades incluyendo las que arrastraba Bankia, y en consecuencia ha sido el banco que más ha reducido plantilla, en concreto, un 77%. Esto son más de 32.000 personas.
Le sigue Unicaja, que también engloba a casi una decena de entidades tras la fusión con Liberbank. La entidad malagueña ha reducido su plantilla en un 60%, lo que supone la salida de más de 10.000 trabajadores; En el mismo tiempo, Santander y BBVA han recortado su plantilla en un 50% y Sabadell en un 30%. De los cinco bancos más grandes del país, solo Bankinter la ha incrementado en un 11%.
En total, los bancos españoles han prescindido de un 38% de trabajadores desde 2008 frente al 20% del sector financiero europeo. Un proceso que ha incrementado sustancialmente la carga de trabajo de cada empleado por habitante, de los 167,2
habitantes en 2008 a los 276,1 en 2020, muy por encima de los 186,5 de la eurozona, y camino de superar la cifra de 300, si no se produce una tasa de reposición suficiente, advierten.
Asimismo, España ha pasado de tener 10 oficinas por cada 10.000 habitantes en 2008 a 4,7 en 2020. Además, el nivel de concentración (la cuota de mercado de las cinco mayores entidades) se ha incrementado en España desde un 42,4% en 2008 hasta un 66,4% en 2020 -con tendencia creciente-, muy por encima de la evolución en el conjunto de la zona euro.