Capital Energy se suma a la puja por construir el parque eólico marino en Girona
La energética madrileña quiere instalar aerogeneradores con una potencia de 510 MW y se convierte en el quinto proyecto interesado en el territorio
Nuevo postor para construir un parque eólico marino en la costa del Alt Empordà, la región de Girona que tiene el mayor recurso eólico de Cataluña. La energética Capital Energy ha presentado esta semana al Ministerio para la Transición Energética y Reto Democrático su proyecto para instalar aerogenerador con una potencia de 510 megavatios (mv) y toda la infraestructura que requieren en la comarca.
El parque se situaría mar adentro en el golfo de Rosas, en la única superficie de la costa catalana incluida en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) del Gobierno, que decretan qué espacio cumplen con los requisitos para instalar parques marinos. Por ahora, no hay ningún molino instalado en la comarca, ni en tierra ni en mar, pese a ser conocida por su fuerte Tramuntana, por los obstáculos en la normativa catalana, que han retrasado el despliegue de las energías renovables en la comunidad.
En las próximas semanas, Capital Energy publicará el documento relator de su proyecto para poder iniciar el periodo de consultas con las administraciones locales y el resto de partes implicadas. Los 510 mv que aportaría generarían la mitad de electricidad que la Generalitat de Cataluña espera producir a partir de la eólica offshore. El principal objetivo es que se genere el 50% del consumo de la provincia que, ahora mismo, es altamente dependiente de las importaciones procedentes del resto de la comunidad autónoma.
La energética con sede en Madrid es, así, la quinta promotora que se ha interesado por la zona y que ha presentado formalmente su solicitud al ministerio de Teresa Ribera. El de mayor envergadura es el promovido por el grupo Cobra, que espera instalar unos 41 aerogeneradores en una superficie de 220 kilómetros cuadrados, casi la totalidad del territorio previsto en el POEM. En total, generarían unos 1.200 mv.
El segundo, y el que más se ha dado a conocer, es el conocido como Parc Tramuntana, impulsado por BlueFloat Energy y SENER. Esperan instalar 35 molinos a unos 24 kilómetros de la costa en dos fases. La primera tendría una potencia de 450 mw y la segunda construiría entre 550 y 600 mw adicionales.
Iberdrola y una ingeniería vasca, entre los interesados
Iberdrola ha presentado un proyecto con la mitad de potencia, de 500 mw, con la instalación de aerogeneradores de 14 mw y con una producción energética de 1.700 GWh. En su caso, podría abastecer a más de 480.000 hogares, según apunta la compañía eléctrica en la documentación enviada al ministerio. En su caso, ocuparía alrededor de 212 kilómetros cuadrados a una distancia mínima de la costa de entre 12 y 17 kilómetros.
Por último, la ingeniería vasca Saitec espera desarrollar el proyecto de menor envergadura, que podría complementarse con el del resto de promociones. Se situaría a 15 kilómetros del litoral y tendría una potencia de solo 50 mw. Cubriría las necesidades de unos 50.000 hogares.
Dado que no todos son complementarios, el Gobierno deberá de impulsar una subasta para decidir quien acaba haciéndose con el proyecto. Además, tendrá que realizar una evaluación ambiental de las propuestas para garantizar que no generan un impacto negativo significativo en el medio. En este sentido, cada uno de los parques promovidos ya tiene su propio estudio del entorno climático y ecológico de la zona.
Sin embargo, el territorio no va a ponérselo fácil. Empresarios y ecologistas del Alt Empordà se han unido para formar la plataforma Stop Macro Parque Eólico Marino, que tiene como objetivo boicotear el parque offshore porque consideran que comportaría “una gran afectación a las migraciones locales y estacionales de cetáceos y aves”, además de un “impacto sonoro y visual” que obligaría a los pescadores a “abandonar”. Para las empresas turísticas “estropeará su principal atractivo, el paisaje”.
Fuentes del sector de las energías renovables aseguran que, mientras cumplan con toda la normativa, la oposición local no debería de frenar ningún proyecto. La superficie donde se instalaran los aerogeneradores es una zona de veda, por lo que no se puede pescar. Por otro lado, en países donde se ha impulsado la energía eólica marina, los molinos han actuado como arrecifes naturales, fomentando colonias marinas.