El independentismo tira de caras conocidas como Joel Joan y Ada Parellada para retener la Cambra de Barcelona
Eines de País inicia la campaña de las elecciones camerales, con una lista encabezada por Mònica Roca y Toni Fitó y un proyecto continuista
Minutos después de que cerrara el plazo para formalizar las candidaturas a las elecciones de la Cambra de Comerç de Barcelona, Eines de País ha iniciado la campaña electoral. La lista independentista apoyada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha presentado su programa y sus potenciales vocales en un acto público este miércoles en plena avenida Diagonal, a metros de la sede de la institución.
Eines, bajo el lema Eines de País. Un Pas Més (Herramientas de Pais. Un Paso Mas), tiene claro que quiere retener el gobierno de la cámara y para conseguirlo se ha rodeado de caras conocidas como la mediática cocinera que dirige el restaurante Semproniana, Ada Parellada, o el actor Joel Joan. Parellada se presenta como candidata par ocupar un epígrafe del sector hostelero, mientras que Joan ha renunciado a su puesto en la cámara como titular de la productora Arriska y en su lugar Pau Bestit aspira a conseguir el epígrafe. Aun así, el actor ha sido el encargado de abrir el acto y ha dejado claro su apoyo a una candidatura, en sus palabras, «desacomplejadamente independentista».
En este sentido, la lista liderada por la actual presidente de la Cambra, Monica Roca, y el vicepresidente, Toni Fitó, ha querido ampliar su base con una propuesta «transversal y plural», siempre dentro del independentismo catalán, según Fitó. De los 52 candidatos postulados bajo Eines de País, 23 son repetidores y 29 caras nuevas, en parte por la ampliación del número de sillas elegidas por sufragio, que ha pasado de 40 a 52, tras la reducción del número de sillas de plata, reservadas a las empresas que hacen una mayor aportación económica. Aparte de Roca y Fitó, entre los repetidores se encuentran el actual comité ejecutivo, el diputado juntero en el Parlament y expresidente de la institución, Joan Canadell, y otros empresarios como Pere Gran o Roser Xalabarder.
Por otro lado, la lista ha sumado al expresidente de ERC y antiguo conseller de la Generalitat, Joan Puigcercós, o a empresarios como el fundador y CEO de Parlem Telecom, Ernest Pérez-Mas. Además, Fitó asegura que se han incorporado a la lista personalidades que en 2019 fueron a las listas encabezadas por Enric Crous, Ramón Masià o la lista 50a50.
Seguir «abriendo» la Cambra
Sobre el programa, Roca ha explicado que, de mantener el gobierno, desarrollarán una política continuista para consolidar «la apertura» de la institución a las empresas y autónomos que iniciaron hace cuatro años. «Hemos hecho la Cambra del siglo XXI», ha sentenciado la presidenta, poniendo como ejemplos de su gestión los programas de digitalización e innovación para las empresas impulsados en plena pandemia.
Roca ha añadido que una de sus propuestas estrella de cara a las elecciones es la creación de una sindicatura de empresas, una especie de Defensor del Pueblo para las compañías, que sirva para reducir la presión burocrática sobre las sociedades. Por último, Fitó se ha encargado de avanzar que su candidatura se centra en varios ejes: sostenibilidad, digitalización, cohesión del territorio, internacionalización, competitividad, además de ahondar en la «transparencia» de la organización y en la convicción de que «la mejor política económica es el Estado propio».
Siguiendo la misma estrategia desarrollada en las últimas votaciones, Eines no aclarará quien es su presidenciable hasta pasadas las elecciones, cuándo se conozca cuales de sus 52 candidatos consigue una silla en el pleno cameral.
Eines se enfrentará en las elecciones al establishment empresarial barcelonés que, a falta de conocer los detalles, se ha unido para recuperar el poder de la Cambra en una lista encabezada Josep Santacreu, exCEO de DKV Seguros, y hacer frente a un gobierno que consideran que ha politizado la entidad. En las polémicas elecciones de 2019, los independentistas consiguieron una mayoría de vocalías, en parte porque el empresariado tradicional se postuló en tres listas diferentes.