Calviño insiste: las medidas de la banca para atender a los mayores «no son suficientes»
La vicepresidenta urge al sector financiero a poner en marcha un plan que ayude a los mayores con la digitalización y donde no se abandone a los municipios rurales
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, lanza un segundo aviso a la banca en menos de una semana: «Nos hemos dado cuenta de que las medidas para atender a nuestros mayores no son suficientes» por eso, la ministra de Asuntos Económicos, ha urgido al sector financiero a poner en marcha en el plazo de un mes un plan de acción «que ponga coto a estas dificultades».
Así se pronunciaba este lunes Calviño en Espejo Público al ser preguntada por la polémica sobre la inclusión financiera de los mayores. El revuelo causado por Carlos San Juan, un ciudadano de 78 años que ha pedido a la banca “una atención más humana en las sucursales bancarias” tras el avance de la digitalización, mediante una solicitud online que ya ha recogido más de 370.000 firmas, llevó a la ministra a reunirse con la banca para exigir una solución.
Lo hizo el pasado miércoles, cuando convocó de urgencia a las patronales bancarias (AEB, CECA Y UNACC) y les dio un mes de plazo para que presenten nuevas medidas con las que atajar el problema. Este lunes, volvía a pronunciarse sobre la polémica. «Desde el primer momento hemos pensado que la digitalización tiene que garantizar que se protege la inclusión financiera, sobre todo en las personas más vulnerables, y los mayores son un colectivo que requiere especial atención, cariño, apoyo y acompañamiento en este proceso de cambio».
Desde el Gobierno aseguran que el año pasado ya instaron al sector financiero a atender esta cuestión. Sobre todo, se presionó para que no abandonaran las poblaciones rurales. Calviño reconoce que en este tiempo se han puesto en marcha iniciativas «creativas», como un autobús que va por los pueblos ofreciendo servicios financieros, acuerdos con los Ayuntamientos o alianzas con Correos.
Pero se han dado cuenta que estas medidas no son suficientes y por eso piden a la banca un plan de acción que asegure la inclusión financiera de los más mayores. «Mostramos sensibilidad y gran atención por el riesgo de estos cambio estructurales que se están produciendo en todo el mundo», asegura Calviño.
La vicepresidenta se pone del lado de la banca explicando que España es uno de los países que tiene más sucursales bancarias y mejor servicio al cliente, que es lo mismo que defiende el sector. En concreto, CECA detallaba hace unos días que el sistema bancario español dispone de la segunda red de sucursales más extensa de toda la Unión Europea, únicamente por detrás de Francia.
Asimismo, defiende que el porcentaje de población española residente en municipios que cuentan con al menos una oficina bancaria es del 97%, habiéndose reducido tan sólo en 1% con respecto a 2008, cuando empezó el aluvión de cierres de oficinas por parte de la banca para reducir costes y ser más rentable.
Para garantizar un adecuado servicio en los municipios de zonas rurales donde no hay sucursal, CECA (a la que pertenecen Caixabank o Unicaja, entre otras excajas) revela que han puesto en marcha diversas iniciativas, como las oficinas móviles, también conocidas como “ofibuses”. Con datos de septiembre de 2021, cuentan con 23 ofibuses que cubren cerca de 457.000 clientes y se desplazan a alrededor de 600 municipios.
Igualmente, han procedido a ampliar la red de agentes financieros que, sin establecimiento permanente, atienden personalmente a los clientes. Y para diversificar las fórmulas de provisión de efectivo, han puesto en marcha soluciones “más innovadoras”, como el cashback y el cash-in-shop, que implica la retirada o depósito de efectivo en un establecimiento comercial.
Pero como ha destacado Nadia Calviño, estas medidas se han quedado cortas ya que miles de personas mayores denuncian que no son capaz de adaptarse a los canales digitales a la misma velocidad que lo hacen los más jóvenes, y también hay quien denuncia el abandono de la banca en ciertos municipios.
Por estas razones, Calviño explica que la banca tiene que acompañar a aquellos clientes que pueden y quieren, facilitando las tecnologías para hacerlo y también a aquellos que por lo que sea no pueden o quieren, dándoles medios que garanticen que tienen acceso a los servicios financieros.