Caixabank ultima su nuevo plan estratégico centrado en el mercado ibérico y sin fusiones
El mayor banco del país prepara su nueva hoja de ruta con el objetivo de no expandirse más allá de España y Portugal, ni hacer más ajustes en la plantilla o la red de oficinas
Caixabank presentará un nuevo plan estratégico en apenas cinco meses. Será el primero tras la fusión con Bankia, de hecho, se dará a conocer cuando se cumpla un año de esta operación y marcará la hoja de ruta del banco entre 2022-2024. Está previsto que se comunique al mercado en primavera, más concretamente el próximo mes de mayo, sin embargo, el presidente y consejero delegado han dado ya algunas pistas durante la presentación de resultados del pasado viernes.
Así, José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar han dejado claro que no se expandirán más allá de los mercados donde están presentes, España y Portugal. No habrá más despidos, cierres de oficinas ni fusiones. Se centrarán en dar valor al accionista, y por lo tanto, intentarán elevar el pay-out hasta el 60%, y realizar una recompra de acciones este 2022.
Asimismo, el mayor banco de España se ha propuesto elevar en un 50% la producción hipotecaria, y mantener estable el ratio de morosidad para que no supere el 4% precisamente en un año en el que hay que empezar a pagar las carencias de los créditos ICO.
Con la idea de acercar el CET1 a los objetivos definidos, que está en el entorno del 11%, prevén realizar una recompra de acciones este año, aunque no han adelantado cuánto invertirán en ello, si bien, está a la espera de definirse en el consejo de administración. “Nos va a llevar a mediados de año para concretar las cifras” comentaba el presidente.
Lo que tienen más claro es que elevarán la retribución al accionista el próximo año, probablemente hasta el 60%. Para 2021, pagarán más de 1.100 millones en dividendos, el 50% del beneficio, que ha sido de 2.424 millones sin los impactos extraordinarios de la fusión con Bankia y de 5.226 millones de euros, con ellos.
En concreto por la aportación contable de 4.300 millones del fondo negativo de comercio, y el coste de 1.433 millones, principalmente, del proceso de reestructuración de empleo. En cuanto a los ajustes de personal y oficinas, Gortázar aseguraba que no se producirán más.
“Tenemos la plantilla adecuada”, comentaba. El CEO explicaba entonces que de las 6.452 salidas que se pactaron en el ERE, ya se han producido unas 4.000 entre noviembre y enero, el 60% del total. La expectativa es que a final de marzo lo hagan otras 500 y el resto en el segundo semestre, pero en julio en particular.
Asimismo, Caixabank descarta fusiones o ampliar el perímetro geográfico. “No tenemos previsto hacerlo, estaremos concentrados en los próximos tres años en sacar chispas a la fusión” insistía Goirigolzarri, quien explicaba que no es solo un tema de integración, sino de sinergias y no de costes, que ya las han capturado este año.
“El plan estratégico se centrará en España y Portugal, será ambicioso y enfocado a productos de valor añadido». En cuanto a los ahorros de costes con motivo de la fusión, indicaban que de los 940 millones que esperan ahorrar, capturarán el 80% este año.
El banco prevé que la situación actual de tipos de interés negativos se revierta de cara a 2023-2024, pero no se atreven a dar una fecha concreta. Cuando esto ocurra, impactará favorablemente en la evolución del margen de intereses que en 2021 ha caído un 5,8% respecto a 2020.
“El resultado ha sido negativo por la caída de los tipos y aunque tenemos confianza de que esta situación se revierta hay que esperar porque nunca se tiene la seguridad”, matizaba el CEO de Caixabank.
Otro de los objetivos del grupo es mantener controlada la morosidad. Según sus previsiones acabarán el año con una tasa por debajo del 4% -en diciembre de 2021 era del 3,6%-. Pero dependerá de los ICO y las moratorias. Actualmente, la mora de las moratorias de la pandemia es del 0,5% sobre un total del 3,6%. “Se han concedido medio millón y el daño ha sido poco”.
Sobre un posible repunte de impagos con los créditos ICO, Gonzalo Gortázar, indicaba que los impagos “no solo en los ICO, sino en general, están en niveles históricamente bajos”. Y con datos de enero se observa que “aunque haya deterioro, será contenido y no habrá grandes pérdidas”. Que además, recordaba, no interesa al banco ni a los españoles, porque estos créditos están avalados por el Gobierno.
Y finalmente, otro de los objetivos del grupo es acelerar en la nueva firma de hipotecas tras un año récord donde el banco no ha tenido las mismas cifras que sus competidores. Según señalaba el consejero delegado, el saldo de hipotecas disminuyó un 1,5% en 2021, fruto del mayor de volumen de amortizaciones que de nuevas concesiones. Es decir, «por la antigüedad» de las hipotecas que ya tienen.
Caixabank tiene un 26% de cuota de mercado en este negocio, pero la previsión para este año es que la formalización de nuevas hipotecas alcance un 50%. En este sentido, aseguraba que «no ven burbuja, sino mucha competencia», pero se puede competir con precio.
«Estamos reflexionando sobre los pilares del plan, que se enmarcaran en una Caixabank a pleno rendimiento” concluía José Ignacio Goirigolzarri. “Trabajaremos con ilusión hasta mayo, fecha para la que se habrá terminado la integración con Bankia”, añadía Gortázar.