Caixabank ultima el plan de salidas y cierre de oficinas para negociarlo en abril
Gonzalo Gortázar evita concretar el ajuste de plantilla pero confirma que afectará a toda la organización y que no tardará en empezar a negociar con los sindicatos
La nueva Caixabank no esperará mucho desde su nacimiento hasta plantear los recortes de plantilla, que irán acompañados de un plan de cierre de oficinas que todavía no han concretado. Lo que sí ha adelantado son los tiempos y que tendrá un abasto general.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad catalana, ha explicado en la presentación de los resultados de 2020 que en cuanto se cierre la fusión por absorción con Bankia se iniciarán las conversaciones con los sindicatos para pactar un plan de salidas, previsiblemente voluntarias.
“Una vez cerremos la fusión iniciaremos la negociación con los representantes de la plantilla”, ha adelantado el primer ejecutivo de Caixabank, que ha añadido que los recortes “afectarán tanto a oficinas como a servicios centrales”.
El cierre de la fusión con Bankia está previsto para finales de este trimestre, si bien puede adelantarse unas semanas, por lo que previsiblemente, la nueva Caixabank, el mayor banco de España, citará a los representantes de CCOO, UGT y el resto de sindicatos entre marzo y abril.
El banco mantendrá la sede social en Valencia y oficinas en Barcelona y Madrid, pero recortará su equipo de servicios centrales y corporativos. Por lo que respecta a sucursales, ha huido de cifras pero ha admitido que habrá un plan de cierres.
Se espera que el que el gigante que surgirá de la fusión elimine duplicidades, especialmente en las grandes ciudades, donde hay calles con dos oficinas juntas o muy seguidas. Pero en las zonas rurales los cierres se minimizarán. “Nos hemos mantenido en aquellas poblaciones donde somos la última entidad, y vamos a seguir haciéndolo en esos 300 municipios”.
Caixabank no despeja las dudas sobre los directivos
Respecto al encaje de los equipos de ambos bancos, especialmente de las cúpulas, Gortázar se ha alineado con José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia y futuro presidente de Caixabank, que este jueves advirtió que se han empezado a negociar en enero y que todavía es pronto. “Las posiciones directivas no están definidas, por eso no podemos entrar en ese detalle”, justificó el CEO de la entidad catalana.
La principal duda en ese aspecto es el rol que jugará José Sevilla, consejero delegado de Bankia. Goirigolzarri afirmó en septiembre que tendría un papel importante, pero este jueves evitó reafirmarse. Quien si sabe que su futuro no está en Caixabank es su todavía presidente, Jordi Gual, que aprovechó su última rueda de prensa en el cargo para despedirse y agradecer el trabajo de Gortázar y toda la organización.
Caixabank presentó este viernes sus resultados de 2020, cuando ganó 1.382 millones de euros, un 19,1% menos que en 2019 a causa de las reservas de 1.252 millones para hacer frente a la crisis de la Covid-19. Los márgenes resisten la crisis de la Covid-19 y la morosidad mejora pese a la pandemia por medidas como las moratorias y los préstamos ICO.