Caixabank trasladará a la ‘milla de oro’ de Madrid a parte de sus trabajadores de Castellana 51 

Caixabank trasladará a final de año a buena parte de los trabajadores de Castellana 51 a la ‘milla de oro’ madrileña. En concreto, a dos edificios ubicados en Serrano y Diego de León. El banco catalán vendió su histórica sede a finales del mes de julio y ahora prevé reubicar a los más de 700 empleados que trabajan allí en distintos edificios. 

Según fuentes sindicales, la dirección territorial metropolitana de Madrid se mudará a la calle Serrano, donde se encontraba una de las oficinas más representativas de la extinta Bankia en la capital. Mientras que la parte comercial, como el departamento de riesgos, banca privada, el negocio inmobiliario y el de empresas, se trasladará a Diego de León. Aquí estaba ubicado el antiguo centro de formación de Bankia.  

Asimismo, algunos trabajadores irán moviéndose hacia Manoteras, donde se encuentran los servicios centrales de Caixabank; Las Rozas, que reubica al personal tecnológico y digital; o una de las torres Kio, donde se situaba la antigua sede de Bankia y ahora la del banco catalán, tal y como adelantó este medio.

El propio banco lo confirma en el informe donde explica los motivos de la venta de esta propiedad. Concretamente, indica que detectó la posibilidad de concentrar en el edificio de Paseo de la Castellana 189 y otros edificios corporativos, una parte relevante de las unidades y filiales que hasta la fecha venían ocupando un “activo prime” como es el edificio que posee en el Paseo de la Castellana 51.  

«La operación es necesaria a la vista del exceso de capacidad en Madrid de Caixabank una vez adquiridas con la fusión las sedes propias de Bankia”, destaca la entidad. En el edificio, además de personal de la propia Caixabank y empresas de su grupo, también se localizan las sedes centrales en Madrid de la Fundación “La Caixa” y Criteria que ocupan actualmente, en concepto de arrendatarios, una parte significativa de la planta sexta y la totalidad de la segunda planta. 

Esta operación, añade Caixabank en su informe, les permite monetizar un activo que ya no es necesario para el ejercicio de la actividad bancaria, maximizar su valor y obtener una elevada rentabilidad. 

En el proceso de venta participaron más de 50 entidades. Entre ellos, fondos, inmobiliarias, private equities, family offices, etc. Pero de todos los intervinientes, la oferta de InmoCriteria no solo ofrecía el precio más alto, también les permitía el uso temporal del edificio para el desarrollo de su actividad bancaria hasta que reubiquen al personal.

Y además, que continuara la marca “la Caixa”, de la que Caixabank es licenciatario, como imagen visible del edificio en el exterior; La venta se cerró el pasado mes de julio. El banco anunció el mismo día que presentó sus resultados semestrales que el precio de se había fijado en 238,5 millones de euros y que el ganador de la puja era su primer accionista, que dispone del 30% de su capital.

Los traslados están previstos para final de año 

El banco aún no ha decidido que hará con las dos oficinas ‘Store’ que se ubican en la planta baja del edificio de Castellana 51, a pie de calle, y que cuentan un total de 25 empleados. Puede bajar la persiana o alquilarlas a sus nuevos propietarios, y esta segunda opción parece más probable, según fuentes sindicales.

Y es que, el banco ya ha llevado a cabo en los últimos meses un importante proceso de integración de oficinas, tras la fusión con Bankia, que les ha llevado a clausurar 1.500 sucursales en todo el territorio nacional.  

Por otra parte, los sindicatos destacan que el banco no tiene la obligación de negociar ni con ellos ni con los más de 700 empleados de Caixabank que trabajan actualmente en la antigua sede del banco en Madrid, el traslado a otro edificio si es de menos de 25 kilómetros, según marca el convenio. Igualmente recuerdan que los traslados se producirán mayoritariamente en la recta final del año.