Caixabank condiciona su nuevo plan estratégico a la fusión tecnológica con Bankia
El objetivo del banco es presentarlo en primavera, pero esperará a analizar los resultados de la migración de la base de datos de Bankia
Caixabank ya tiene fecha para la presentación de su nuevo plan estratégico, aunque esperará a que la integración tecnológica con Bankia, prevista para el próximo mes de noviembre, les dé una mayor visibilidad de la entidad combinada.
Así lo explica el banco que dirige Gonzalo Gortázar en su informe semestral, donde además señala que la preparación del plan estratégico se abordará una vez la integración esté más avanzada. También, que esperan presentar la nueva hoja de ruta durante la primavera de 2022.
Tras culminar la fusión legal de Caixabank y Bankia, el pasado mes de marzo, el foco estratégico de la entidad para 2021 está puesto en la integración operativa. Este proceso es clave, aseguran, porque gracias a ella se materializan las sinergias de ingresos (cercanos a 290 millones de euros por año) y los importantes ahorros de costes (de alrededor de 940 millones de euros por año) identificados en la operación.
Para que la integración se realice con éxito, uno de los grandes hitos es la integración tecnológica de los sistemas informáticos de Caixabank y Bankia. Mediante este proceso, toda la base de datos de la entidad extinguida migrará hacia el nuevo banco. Algo que prevén que esté listo antes de finalizar este ejercicio.
La fusión trastoca el último plan estratégico
CaixaBank presentó en noviembre de 2018 su último plan estratégico (2019-2021) en Londres, ante inversores internacionales. Una de las grandes novedades fue el anuncio de la reducción de la red de sucursales.
Se trataba de la mayor anunciada hasta la fecha en España. El objetivo del banco era cerrar más de 800 oficinas, un 18% de su red, que en ese momento estaba formada por 4.461 sucursales. A cierre del año pasado ya había bajado la persiana a casi 700, hasta las 3.786.
Pero la fusión ha trastocado estos planes. La nueva entidad (con Bankia ya integrada) reúne más de 5.500 oficinas, así que han acordado que cerrarán más de 1.500. En el anterior plan, la entidad no especificó si habría reducción de plantilla.
En esos momentos, la de Caixa estaba formada por 37.000 empleados, pero a cierre de 2020 ya eran 35.400 a nivel grupo. Asimismo, con la fusión de Bankia suman más de 44.000 solo en España y la entidad ha negociado un despido colectivo para 6.452 empleados.
Otro de los objetivos fijados por el banco catalán era incrementar la rentabilidad sobre recursos propios (ROTE) hasta el 10%, o el 12% si se daba una subida moderada de los tipos de interés. A cierre del año pasado el ROTE apenas superó el 6%, por debajo del 9% que tenían a cierre de 2018.
El CEO del grupo ha explicado en varias ocasiones que los tipos de interés negativos son los culpables de la baja rentabilidad del sector y la presión en los márgenes. También, que operaciones como la fusión con Bankia, son necesarias para poder seguir siendo competitivos en los próximos años. Y es que Caixa contempla que los tipos permanezcan a la baja al menos tres años más.
En base a los objetivos marcados en el anterior plan estratégico, los analistas estipularon que el banco debería alcanzar un beneficio de entorno a 2.700 millones de euros a cierre de 2021. Pero este ya ha sido superado. Entre enero y junio, Caixabank ha obtenido un beneficio de 4.181 millones de euros por los impactos extraordinarios asociados a la fusión.