Caixabank y BBVA asumirán la mitad del impuesto a la banca

Caixabank y BBVA asumirán casi la mitad del impuesto a la banca, unos 700 millones del total de 1.500 millones que pretende recaudar el Gobierno este año. El banco catalán calcula que pagará entre 400 y 450 millones y el vasco, otros 250 millones cuando se grave el 4,8% del margen de intereses más comisiones.

El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, se ha mostrado muy crítico este viernes con el impuestazo de Pedro Sánchez, tal y como había hecho horas antes su homólogo en Caixabank, Gonzalo Gortázar, y el jueves, los CEO del Santander, José Antonio Álvarez y Banc Sabadell, César González-Bueno. Todos, en sus respectivas presentaciones de resultados.

Genç asegura que el nuevo tributo «no es bueno para España» en un momento de incertidumbre económica como la actual, con la inflación disparada, donde se debe proteger al sector bancario. La banca no tiene externalidades negativas y un impuesto de este estilo se crea cuando se quiere reducir su peso, explicaba.

El número dos de BBVA se mostraba convencido de que el nuevo contexto les va a llevar a reducir la inversión en España y a conceder menos crédito. «En vez de hablar de nuevas inversiones y de salir de la crisis de precios con más crecimiento, hablamos de dividir las partes», algo que rechazaba; El jueves, el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, cuantifica en 50.000 millones menos el crédito que se concederá por el nuevo impuesto.

Genç también se unía a la críticas del sector financiero asegurando que, aunque se hable de beneficios extraordinarios por la subida de tipos para justificar el impuesto, ellos «no lo están viendo». Y la única situación anómala ha sido la de los últimos 10 años, con tipos de interés negativos.

En este sentido mandaba un mensaje al Gobierno. «Todos debemos de estar unidos y remar en la misma dirección, lo mejor que le puede pasar a un banco es que un país crezca, los intereses son los mismos». En la conferencia con analista, Genç ya había defendido que la banca no deteriora el PIB, sino que ayuda a impulsar el crecimiento de la economía.

BBVA pide al Gobierno «remar en la misma dirección»

Y al igual que el CEO de Caixabank, no compartía que el nuevo tributo excluya a las cajas y bancos más pequeños, por no alcanzar el único requisito que se ha determinado en la propuesta de Ley: pagarán aquellas entidades que en 2019 ingresaran más de 800 millones de euros entre margen de intereses y comisiones.

«Puede afectar al nivel de competencia y es injusto». Aunque también tiene claro que es injusto igualmente aunque afectara a todas las entidades del país por igual.

Gonzalo Gortázar había criticado lo mismo unas horas antes. En su opinión, el nuevo impuesto es distorsionador de cara a la competencia porque solo afecta a determinadas entidades, las grandes. «En localidades más pequeñas competimos con entidades muy potentes que no llegan a ese umbral de 800 millones» y no tendrán que hacer frente al nuevo tributo.

Al igual que las filiales extranjeras que tienen sucursales en España, al no alcanzar esos ingresos también estarían exentos del gravamen y esto, «no tiene sentido económico». Tampoco que queden fuera los fondos buitre. «¿Vamos a dejar que sean más competitivos que la banca en España? No va a ayudar a una competencia sana», apuntaba.