Caixabank, BBVA e ING coinciden: la falta de mano de obra encarecerá más la vivienda que la subida de tipos
La banca descarta que la demanda hipotecaria pueda caer por las subidas de tipos pero advierte de menos oferta de vivienda por la escasez de materiales y mano de obra
El Euribor ya está en positivo y la subida de tipo de interés parece inminente. En este contexto, la gran duda que existe en el mercado español actualmente es cuánto subirá el precio de la cuota de la hipoteca y si se encarecerá la oferta hipotecaria por parte de la banca para adquirir una vivienda. Sobre lo primero, hay diversidad de opiniones pero sobre lo segundo hay más consenso.
La banca coincide en que la falta de material por los cuellos de botella provocados por la guerra en Ucrania y la escasez de mano de obra para absorber tanta demanda, harán caer la construcción de obra nueva, reducirá la oferta de viviendas y subirán los precios, pero los inmuebles no se encarecerán por la subida de tipos. Así lo han expresado algunas entidades este martes en un encuentro organizado por Fotocasa.
La responsable de clientes particulares de BBVA, Ana Pitarch, descuenta que habrá varias subidas de tipos y estos alcanzarán el 1,5% a finales de 2023. Pese a ello, descarta que la contratación de hipotecas – que crece este año un 19%- vaya a caer o que el precio vaya a subir por este motivo. «El impacto en la construcción por la escasez de mano de obra tendrá más efecto que la subida de tipos», asegura.
También cree que la competitividad de la banca no está relacionada con los tipos de interés, como se observó en julio de 2020 cuando el mercado hipotecario cayó por el confinamiento y de la misma forma creció un 39% en 2021 por el ahorro embalsado que había y las ganas de la población de adquirir otro tipo de vivienda. «El sector va adaptando sus ofertas a cada momento».
Asimismo, Pitarch descarta que España esté en riesgo de burbuja inmobiliaria y recuerda que la morosidad de la banca está muy contenida. «No estamos en las mismas condiciones que en 2008», apunta. Desde Caixabank, el director de banca de particulares, Ramón Faura, asegura que el banco no ha notado que se acelere la demanda de hipotecas por parte de sus clientes para sortear la subida de tipos, ni ellos han encarecido -de momento- las hipotecas a tipo fijo, que son su principal apuesta.
«Llevamos desde 2015 dando hipotecas a tipo fijo mayoritariamente y nuestros clientes no están en el dilema de correr, además creemos que es el mejor momento para endeudarse». En este sentido recuerda que, pese a las dos subidas de tipos que se esperan para este año y las otras tres del año que viene, «los tipos reales serían negativos porque están por debajo de la inflación».
El banco catalán descarta que la demanda de hipotecas vaya a caer por la subida de precios, de hecho, pronostica que este ejercicio haya 500.000 firmas hipotecarias en nuestro país, más que el año pasado. Y comparte con BBVA que es posible que tengamos más restricciones en la oferta por los cuellos de botella con los materiales de la construcción, que por este motivo.
Cristina de Marcos, del área LEAD de hipotecas de ING, asegura que aunque el Banco Central Europeo subirá los tipos de interés este año dos veces, el impacto en las hipotecas será limitado. «La concesión hipotecaria no va a caer. Los tipos no limitan y las partidas de riesgo no cambian», expresaba con rotundidad.
En ING están «preparados» para estas dos subidas en 2022 y otras tantas más en 2023, después de tantos años de tipos negativos, «si las subidas son paulatinas» . Su tasa de mora es del 0,36% – la más baja del sector- y no tienen previsión de endurecer condiciones ni cambiar la política de riesgos porque se encarezca el precio al que prestan dinero.
Tampoco creen que en España se esté forjando una burbuja inmobiliaria pese a que la compraventa de viviendas esté en niveles récord, simplemente ven que a consecuencia de la pandemia y los confinamientos del 2020 había mucho ahorro embalsado y por eso 2021 fue histórico en compraventa.
La coordinadora de desarrollo de negocio de Abanca, Rocío Rodríguez, entiende que «si sube el precio del dinero, la hipoteca también lo hará«, pero de momento estas subidas no son importantes. Al tiempo, recuerda que «lo raro» es el Euribor estuviera en negativo y no en positivo como ha ocurrido ahora.
Además, todas las entidades trabajan con escenarios estresados de tipos cuando evalúan al cliente en el análisis de solvencia a la hora de conceder estos préstamos y no ven porque ahora iba a suponer un riesgo esta subida de tipos, explica.
«Somos optimistas, este escenario no va a afectar a la demanda de hipotecas de forma fuerte. Sin embargo, hay otra derivada que si, la subida en el coste de las materias primas a consecuencia de la guerra que va a afectar en la compra de materiales«. A pesar de esto, dan por hecho que será un buen año y el primer cuatrimestre así lo ha demostrado.