Caixabank anticipa bajadas en las cuotas hipotecarias en 2024 con un techo del euribor del 4,5%
Gortazar destaca que el 55% de los hipotecados ya pagan un euribor por encima del 3% mientras que un 25% aún paga calcula su cuota con un euribor por debajo del 2%
Caixabank aseguró ayer que la subida de la cuota hipotecaria finalizará este año y que 2024 será para los reajustes a la baja. Los hipotecados que tengan revisión con el euribor de julio verán como el interés se dispara hasta el 4,15% (frente al 0,992% que pagan ahora) más el diferencial que tengan pactado mientras que el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortazar, apuntó que, como mucho, el indicador más utilizado para las hipotecas variables subirá como máximo hasta el 4,5%. Si llega a ese techo, el pronóstico es que empezará a bajar. Este significa que aún quedan unos meses de desgraciadas subidas en las cuotas para los hipotecados mientras la previsión es que el año que viene ya no será así sino que tendremos un euribor más bajo.
Gonzalo Gortazar explicó ayer a los analistas que el 55% de la cartera hipotecaria ya está repreciada con euribor por encima del 3% mientras que el 20% paga entre un 2% y un 3% y el 25% paga menos de un 2% de euribor. La proporción hace tres meses era de 20%, 35% y 45%, respectivamente, mientras que a final de 2022 nadie pagaba más de un 3%, el 22% entre un 2% y un 3% y el 78% pagaba menos de un 2%.
Esta evolución en la repreciación de la cartera hipotecaria es la que sustenta que el margen de interes de Caixabank se haya disparado un 55% pero Gonzalo Gortazar hizo ayer un esfuerzo por explicar que esto no significaba una sangría para las cuentas de sus clientes. Primero lo hizo de manera programada, ya que la rueda de prensa se inició relatando lo que llamó «resultados no sólo en términos económicos sino también en clave social para que se entienda nuestra actividad». Ahí habló de las 5.600 solicitudes del código de buenas prácticas, de más 10.000 refinanciaciones o de los 1.450 millones pagados en impuestos con una tasa efectiva del 40%, entre otras medidas que tildó de sociales.
En el turno de preguntas se extendió para desmontar el calculo medio de las hipotecas que arroja que la subida media sufrida por los hipotecados de es de 200 o 300 euros al mes. Para ello se basó en la cartera hipotecaria de Caixabank. «Las hipotecas que tienen nuestros clientes no son nuevas, ya llevan bastante tiempo pagándolas. (…) Aproximadamente el 70% de nuestras hipotecas, tiene un importe medio de 65.000 euros y el encarecimiento de la cuota que se está teniendo está entre noventa y ciento diez euros». Esta subida es la que calcula en el escenario más estresado posible, que lo situaron ayer en un euribor al 4,5%.
No significa esto que no hay casos extremos. «Por supuesto hay quien pueda tener una hipoteca que le sube setecientos euros; normalmente es porque tiene otro tipo de disponibilidades económicas y ha comprado una casa muy importante y tiene manera de hacer frente a esos impagos». Este argumento lo continuó Matthias Bulach, director de Contabilidad, Control de Gestión y Capital de Caixabank, que destacó que en este tipo de clientes se está reduciendo las amortizaciones anticipadas de las hipotecas.
La tendencia entre los salarios más altos, donde las deudas más que duplican los 150.000 euros que de la hipoteca media que suele formar parte de los cálculos, es que además de pagar la mensualidad se realicen aportaciones anticipadas y periódicas. La subida del euribor en estos préstamos ha convertido en pago de intereses lo que previamente era cancelación anticipada.
El balance para este tipo de clientes es neutro, en la medida de que siguen destinando a la hipoteca el mismo importe aunque ahora sea pagando más intereses en vez de amortizar anticipadamente. Para el banco, sin embargo, supone un enorme incremento de sus ingresos, y de ahí que Caixabank haya disparado un 55% su margen de intereses, pero el cliente sigue destinando el mismo porcentaje de sus ingresos al pago del préstamo no se produce un impacto en la morosidad.
De hecho, Caixabank ha reducido desde el 2,7% al 2,6% su ratio de morosidad, recuperando la tendencia bajista que tiene desde 2017 a excepción de 2021 cuando, tal y como recordó Gortazar, se produjo “la integración”. Se refiere a la integración de Bankia, una palabra ya no pronunciada en la presentación de resultados (a diferencia del trimestre anterior, donde aún se comparaban por escrito los clientes procedentes de Bankia de los originales de Caixabank).
Las perspectivas con la cartera hipotecaria es que estas últimas subidas del euribor no supondrán un impacto en la morosidad porque las subidas serán limitadas y los clientes tendrán suficiente resiliencia. «El problema con la información que tenemos va a ir a menos, no a más«, sentenció el consejero delegado de Caixabank.
La parte en la que profundizó Gortazar en su vertiente social fue que las curvas de los tipos de interés hacen prever que las subidas de la cuota hipotecaria en 2023 se conviertan en leves bajadas con un euribor tibiamente bajista en 2024. La vertiente puramente económica es que el brutal incremento del margen de intereses de este primer semestre tendrá en esta tendencia de los intereses un factor reductor de los ingresos en el próximo ejercicio.