Cacaolat ha decidido innovar copiando su primera botella creada en 1933. La empresa catalana ha anunciado que, con motivo de los 80 años, ha decidido recuperar el envase de cristal modelo “torpedo”. El envase ‘retro’ también incluye en relieve a Pepi, el joven que lleva a sus espaldas una enorme botella de Cacaolat junto con su maletín de trabajo.
Y es que después de su trágico pasado reciente, cuando estuvo a punto de ser liquidada por la crisis de Rumasa, la empresa ha decidido mirar a su pasado glorioso, ese que el día de su presentación en una feria de Barcelona en 1933 hizo agotar todas las muestras en pocos minutos.
El diseñador de Coca-Cola
La empresa también ha reformado la botella de un litro con otro diseño ‘retro’. Los nuevos empaques fueron concebidos por el diseñador Salvatore Adducci, que también había remozado las botellas de Damm y Coca-Cola (actuales propietarios de Cacaolat) y Cacique.
La marca desarrolla desde hace varios meses una campaña con bolsas vintage, que reproducen viejos anuncios del producto. Además de la botella de los años 30, dirigida a los clientes de la hostelería, la compañía también conservará los empaques menos atractivos: los de plástico 200 mililitros y el paquete brick de tres unidades con pajita incorporada.
¿En plástico sabe igual?
Hace dos años, antes de ser rescatada por Cobega y Damm, Cacaolat, el primer batido de cacao que se produce a escala industrial en el mundo –según la empresa–, había abandonado la botella de un litro. Los recortes obligaron a la marca a dejar de producir este envase dirigido al mercado familiar. La protesta de consumidores, principalmente en las redes sociales, hizo rectificar a la compañía, que recuperó la presentación.
Pero las pequeñas botellas de plástico, que hace años fueron desplazando al vidrio también fueron asociadas a una menor calidad del producto. Algunos consumidores están convencidos del plástico no conserva el sabor de la leche y el cacao como lo hace el vidrio.
Nueva fábrica, en producción
La empresa ya ha comenzado a suministrar al mercado los nuevos productos fabricados en la nueva planta de Santa Coloma de Gramenet (en las afueras de Barcelona), en la que Damm, Cobega y el fondo de inversiones Victory invirtieron 45 millones de euros.