Cacaolat quiere ser el batido de referencia de toda EspaƱa
El grupo marca una estrategia que pasa por hacer famosa la marca fuera de Catalunya y dar el paso al mercado internacional apoyƔndose en Cobega y Damm
Llegar a un bar de Madrid, pedir un Cacaolat (por el nombre de la marca) y que te sirvan el batido de chocolate estrella en el mercado catalán. Éste es el objetivo de las dos grandes multinacionales que rescataron a la compañía del concurso de acreedores de Nueva Rumasa a finales de 2011. La líder de Coca Cola en España, Cobega, y la cervecera Damm.
Los dos presidentes de estas compañías –y copresidentes del Grupo Cacaolat y miembros de su consejo de administración– Sol Daurella y Demetrio Carceller, han encabezado este martes la puesta de largo de la empresa tras su lavado de cara. Una operación que ha costado 130 millones de euros, 45 de ellos destinados a la puesta en marcha de una planta en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), una antigua nave de Cobega.
El máximo accionista de Damm, haciendo gala de su apatía respecto a los medios de comunicación, ha rechazado aparecer en la presentación oficial. Sólo ha posado en la foto protocolaria, dejando todo el peso del acto a Daurella.
Expansión
La empresaria ha dado cuatro pinceladas del periplo judicial que pasó la compañía, con pulso entre los juzgados de lo mercantil de Barcelona y Madrid incluido, hasta que su oferta se llevó el gato al agua.
“Confiamos en nuestras capacidades y virtudes, Damm y Cobega llevan años invirtiendo en el país y en todo el mundo”, ha relatado. El mismo futuro que les espera al Grupo Cacaolat. Este ejercicio ya han lanzado los batidos de chocolate en Galicia, Aragón, Valencia, Navarra, Andalucía y algunos focos del centro de España. “Hemos iniciado nuestra estrategia comercial”, señala el director general del grupo, Francesc Lluch.
Red comercial propia
También tienen la vista puesta en crecer en el mercado internacional. Disponen de una red comercial propia, aunque se aprovechan de las facilidades que les pueden brindar sus compañías madre, sobre todo en contactos, para completar su expansión. Cacaolat ya se sirve en ciertos establecimientos de Chipre, Malta, Suecia y Andorra. “Este último es obvio, pero muy importante para nosotros”, reconoce el directivo.
Además de crecer en otros mercados, la estrategia de la marca pasa por la diversificación horizontal. “Queremos completar la gama de productos con el paraguas Cacaolat”, afirma Lluch.
Más de 45 millones de facturación
El desembarco de los nuevos propietarios también ha repercutido a la cuenta de resultados. El director general estima cerrar este ejercicio con una facturación de 45 millones de euros, 10 millones más que el año anterior.
Los ingresos van en línea en lo previsto en el plan estratégico que en su día pusieron sobre la mesa del titular del juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, Francisco Javier Fernández Álvarez. Han roto moldes en cuanto a cuota de mercado en Catalunya. Controlan el 55,4% de todo el sector, aunque este porcentaje incrementa hasta el 95,4% en el canal de hostelería. “Son las mejores cifras de los últimos 10 años”, sentencia Lluch.
Nutrida representación empresarial
El presidente de la Generalitat, Artur Mas (CiU), ha encabezado la presentación del centro productivo junto al consejero de Empresa y Ocupación, Felip Puig (CiU), y la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlón (PSC).
Los tres políticos y Daurella han brindado con Cacaolat por “un recorrido ambicioso que esperemos que sea también un éxito”, en palabras de la empresaria. Carceller ha seguido el acto desde la primera fila, a pocas sillas donde se encontraba el marido de la ejecutiva y vicepresidente del Barça, Carles Vilarubí, y el director general de Damm, Enric Crous.
No han sido los únicos empresarios presentes en el acto, a pesar de que se ha celebrado tarde y fuera de Barcelona. Los consejos de administración de Cacaolat y una nutrida representación de Cobega y Damm han apoyado a Daurella y Carceller. Dos grandes fortunas del país.