Cacaolat pierde 6,1 millones por el cierre de los bares
La compañía catalana sufrió un descenso del 25% de la facturación, que vuelve a niveles de 2013 al quedarse en 44 millones de euros
El cierre de bares y restaurantes marcó el 2020 de Cacaolat. La popular firma de batidos de chocolate se dejó el 25% de la facturación en el año del coronavirus al perder buena parte de las ventas que se producen en la hostelería. Las pérdidas fueron de 6,1 millones de euros, las mayores desde 2013, cuando Cobega y Damm apenas acababan de rescatar la compañía.
Según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Cacaolat cerró la pasada campaña con unos números rojos de 6,1 millones de euros frente a los -0,3 millones de euros cosechados en 2019. Las ventas se quedaron en 44 millones de euros frente a los 59 millones del ejercicio anterior, según avanzó el Ara.
La compañía se vio así afectada por el descenso de las ventas en la hostelería, que permaneció cerrada durante el primer estado de alarma y sufrió las restricciones –especialmente en Cataluña, su principal mercado—durante el resto del año. El margen de cada unidad comercializada en un bar es muy superior al de los supermercados.
Cacaolat además no se benefició del boom del consumo en los supermercados durante la primera oleada del coronavirus. En su informe de gestión, la empresa lamenta haber visto disminuir “de forma significativa las ventas en la mayoría de los canales de distribución debido a la crisis”.
El coronavirus trunca la recuperación de Cacaolat
El estallido de la pandemia truncó la lenta recuperación que había emprendido Cacaolat desde que Cobega y Damm se hicieron con el 100% de su capital en 2011, cuando estuvo a punto de desaparecer por la gestión de su entonces propietario, Clesa, filial de la desaparecida Nueva Rumasa.
En 2012, las ventas eran de 31,8 millones de euros y ascendieron hasta los 61,8 millones de euros de 2018. La facturación pareció entonces tocar techo por las dificultades de incrementar el peso del negocio internacional y en 2019 la cifra quedó en 59 millones.
En todo este periodo, Cobega y Damm alcanzaron un máximo de 3,3 millones de euros de beneficios en 2017. Antes de la pandemia, tanto en 2018 como en 2019, el grupo ya estaba en números rojos: se dejó 1,8 millones y 0,3 millones, respectivamente.
Deberes para Damm
A pesar del descenso del negocio, Damm decidió en junio quedarse con el 100% de las acciones de Cacaolat. El grupo cervecero decidió quedarse con la mitad que no poseía, en manos de Cobega -accionista de referencia de Coca-Cola European Partners-, por un precio que no llegó a trascender.
En un comunicado, Damm celebró la llegada de un acuerdo con la firma de refrescos. “La cervecera, que controlaba desde el año 2011 el 50% del capital de Cacaolat, pasa de este modo a tener el 100% de la emblemática empresa de lácteos“, explicó la organización en un comunicado.
Damm y Cobega se adelantaron a Vichy Catalán y Central Lechera Asturiana en 2011
Cacaolat volvió así a sufrir cambios en su accionariado una década después. La organización catalana entró en concurso de acreedores en 2011 por la caída en bancarrota del grupo Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz-Mateos, que protagonizó una de las quiebras más grandes de España en su momento.
Tras un año de procedimiento, el juzgado de lo mercantil número 6 de Barcelona aprobó la venta de la sociedad a la alianza Cobega-Damm tras recibir también ofertas de Vichy Catalán y Corporación Alimentaria Peñasanta (Central Lechera Asturiana).