Cacaolat niega que esté negociado su venta

La dirección de Cacaolat tilda de especulaciones posibles ofertas sobre su propiedad, porque “no hay nada de nada”, afirma una fuente directa conocedora de la marcha de la empresa. Cacaolat está en concurso de acreedores, con lo cual las decisiones sobre las operaciones de venta las debería tomar la autoridad judicial y esta aún no ha recibido el informe preceptivo sobre la situación económica de la empresa.

Nutrexpa no se ha puesto en contacto con Cacaolat para iniciar contactos de compra-venta, han manifestado fuentes de la empresa catalana perteneciente aún al grupo Nueva Rumasa, en contra de lo que publicaba El Periódico, citando fuentes del sector.

La hipótesis a partir de la que trabaja el actual equipo directivo de Cacaolat es conseguir un pacto con los acreedores y levantar lo más pronto posible la suspensión de pagos. En este sentido, se mantendría la actual propiedad, vinculada a la familia Ruiz Mateos.

Recuperación sencilla

Lo que nadie discute es que la penetración de Cacaolat en el mercado catalán permite augurar una recuperación de la empresa relativamente fácil. Fuentes de la dirección explicaban que “a pesar de todos los problemas, la fábrica de Barcelona no ha cesado de producir e incluso actualmente nuestro ritmo de fabricación ha aumentado”.

La fabricación en Barcelona tiene como puntos fuertes que su actividad se basa en servir botellas de leche Letona para hostelería que usan botellas retornables. También producen botellines para bares, que no precisan comprar envases porqué aprovechan los usados.

Lo cierto es que la peculiar situación de Cacaolat, una empresa viable, con mercado pero que está abocada a una suspensión de pagos, hace que se produzcan cábalas sobre posibles operaciones de compra. Una primera aproximación en este sentido la realizó Llet Nostra, aunque la cuestión legal de la compañía hizo que no se pasase de la información previa.

La viabilidad de la empresa, está facilitando que se desbloqueen líneas de crédito que aseguren su funcionamiento normal. El apoyo de la dirección general de Indústria de la Generalitat está siendo decisivo en este punto. Además de retrasos en el pago a proveedores, que estarían afectados por el concurso acreedores, la empresa debe a sus trabajadores el pago de una paga extra que se cobraba en febrero y la mensualidad de abril.