Cacaolat confía en recuperar su velocidad de crucero en 2012
El responsable judicial priorizará en la adjudicación el mantenimiento de puestos de trabajo, el proyecto industrial y, en tercer lugar, el precio
En Cacaolat ya se ve la luz al final del túnel. El juez que entiende en el proceso concursal, Javier Fernández, ya ha puesto en marcha la venta de la sociedad. Salvando todos los posibles obstáculos, los actuales directivos de la compañía esperan que “durante 2012 la empresa recupere su velocidad de crucero”. La previsión es ciertamente conservadora. Otras fuentes cifran en el primer mes del año próximo la recuperación de la normalidad en la empresa, tanto en sus plantas de Barcelona como en la de Zaragoza.
El pasado viernes el juez publicó un auto que inicia el proceso de venta de Cacaolat. Los grupos interesados son cinco: Vichy Catalán, Central Lechera Asturiana, Victory Turncap –de la mano de Cobega–, Eneas Capital –que agrupa a exdirectivos de Clesa– y Roures Reengeneering, detrás del que habría dos exdirectivos de la propia Cacaolat que dejaron la empresa hace dos meses.
Además, a última hora, se ha presentado una oferta de Leche Pascual, aunque dicha propuesta no sigue el mecanismo pautado desde la autoridad judicial. Los posibles compradores, junto a los administradores judiciales, serán convocados esta semana para comunicarles el procedimiento que regirá la venta.
Depósito de fondos
De forma urgente, Cacaolat precisa 3 millones para cubrir sus necesidades de caja más perentorias. Esto está perfectamente contemplado en el proceso de enajenación. En este sentido, cada una de las empresas o grupos que han ofertado por Cacaolat deberá depositar en una cuenta de la empresa de batidos una quinta parte, 600.000 euros de la cantidad citada, o 500.000 euros si se acepta el sexto aspirante. Además deberá depositar un aval por la cantidad restante hasta los 3 millones citados.
Posteriormente se creará un data room en forma de una pagina web en la que se depositarán los datos más significativos de la sociedad en venta. A este efecto, las compañías y grupos que aspiran a comprar recibirán del juzgado la contraseña que permita acceder a dicha información a las empresas que quieren adquirir.
En la oferta vinculante se valora, por este orden: el mantenimiento de los puestos de trabajo, el proyecto industrial y en tercer lugar el precio.
Contra lo que en algún momento se ha especulado, la venta de Cacaolat incluye todos los elementos del negocio de la sociedad, lo que incluye obviamente también la marca. Eso quiere decir que quien compre Cacaolat dispondrá de todos sus activos una vez cerrado el trato.
Recuperar la actividad
En el corto plazo, el asunto que más preocupa a los actuales directivos de Cacaolat es recuperar la actividad de la planta zaragozana de Utebo. Allí se fabrica leche condensada, y el suministro de materia prima quedó truncado cuando desde la matriz Clesa, del grupo Nueva Rumasa, se dejó de aportar. Por lo tanto se tendrán que contratar nuevos suministradores de leche.
El proceso para reemprender la producción se verá favorecido por la existencia de un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal que permite durante un año que el personal mantenga su vinculación con la compañía sin que ello suponga un coste significativo para la empresa ni una pérdida de derechos laborales para los trabajadores.